Desde que inició su lucha, Pedro ha recibido ofertas para solucionar el problema de sus padres, pero su objetivo va más allá: "Quiero que se haga justicia y se resuelva el problema de los afectados". Consciente de ser David contra Goliat, no desespera. "Los miércoles seguimos concentrándonos en la puerta del banco para que no se olviden de nosotros".