La entrevista con Rafael tiene lugar en Cruz Roja. Desde hace meses, es voluntario y colabora con la entidad dando charlas en colegios e institutos sobre aquello que mejor conoce, el efecto de las drogas en la salud y está en lista de espera para colaborar en la unidad de emergencia que reparte comida a las personas sin hogar. "Quiero sentirme útil y servir a la sociedad, que no me vean como un marginado, que no me marginen", explica. En el tintero se quedan mil y una historias de su vida, marcada por la delincuencia y la soledad. Su padre y su madre fallecieron hace años, al igual que su hermana mayor. "Ella también cayó por las drogas".