Después de tan azarosa vida, Rafael sueña ahora con "centrarse, encontrar una mujer y olvidarme de la mala vida, tú sabes, estar tranquilo y no meterme en más problemas". Convencido de haber pasado página en el capítulo de las drogas, confía en demostrar a la sociedad que es un hombre nuevo. "Me he sentido marginado y con razón, porque he hecho cosas malas, pero ya he cumplido mi pena, he cambiado y estoy dispuesto a ayudar a otras personas".