Desde el inicio de la crisis se ha producido una drástica pérdida de empresas del sector joyero al caer entre un 40% y un 45%. Si en el año 2008 había 1.114, en la actualidad se registran poco más de 600. En este periodo también se ha contabilizado una importante disminución de empleos. La Asociación Provincial de Joyeros estima que se han destruido alrededor de tres mil puestos de trabajo. La mayoría de las empresas han recurrido a expedientes de regulación de empleo y se encuentran trabajando con el mínimo de personal.

Tres son los principales factores que han afectado a la industria joyera. Por un lado, el alto precio del kilo de oro, que se sitúa en unos 40.000 euros. Por otro, el fuerte descenso del consumo al ser un artículo de lujo. Tampoco hay que olvidar la inseguridad que afecta al sector.