El malestar de los sindicatos policiales y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) al no haber sido invitados por el Ayuntamiento de Córdoba a la inaguración del monolito en memoria de las víctimas del terrorismo va en aumento. Estos colectivos están promoviendo un acto de homenaje "a nuestros compañeros caídos" en el que desean contar también con la participación de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), según informó a este diario Francisco José Pérez, secretario de comunicación de la AUGC.

La postura del Consistorio de la capital cordobesa "ha indignado a nuestros más de 850 afiliados y hemos decidido retirar la invitación a la caseta de feria que todos los años hacíamos al grupo parlamentario popular, al alcalde y a la Subdelegación del Gobieno", ha añadido Pérez.

La Confederación Española de Policía (CEP), el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Unión Federal de Policía (UFP), junto a la AUGC, emitieron el jueves un comunicado conjunto --el primero en la historia de estos colectivos-- en el que expresaban "nuestra indignación hacia el Ayuntamiento de Córdoba, al no contar con los compañeros de esos héroes que tanto han luchado". Fernando Ramón Calderón, secretario de la CEP, ha subrayado que "el Ayuntamiento no ha sabido calibrar que iba a tocar los sentimientos". Como primera medida de protesta no asistieron ayer a la muestra que se exhibe en la Diputación.

El Ayuntamiento, a través de una nota, "lamenta el error cometido" y "siente el malestar causado a estos colectivos por un error que, desde luego no ha sido intencionado". La AUGC "acepta las disculpas, pero a partir de ahora el acercamiento de posturas va a ser más difícil de asumir", señala el portavoz.

Los colectivos policiales llevan años demandando un monumento que honre la memoria de los caídos por actos terroristas, si bien este no es el primer monolito que se inagura en la provincia. En el año 2008 se instaló en Valsequillo una placa en honor al guardia civil Emilio Capilla, fallecido junto a su mujer y una de sus hijas en el atentado de ETA contra la casa cuartel de Zaragoza en diciembre de 1987. En aquella ocasión, la AUGC, que promovió este reconocimiento, tampoco fue invitada.

Al acto del jueves acudieron representantes del Ayuntamiento, Diputación, el subdelegado, Juan José Primo Jurado, mandos de Policía Nacional, Guardia Civil, fiscalía y de siete asociaciones de víctimas.