Las víctimas de terrorismo lo son sin posibilidad de elección y con carácter vitalicio, gobierne quien gobierne" y al colectivo que las agrupa "las ayudas que nos llegan son para llenar la nevera", por lo que se hace difícil poner en marcha proyectos sociales y laborales. Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del terrorismo, disertó ayer en el Círculo de la Amistad sobre su vivencia personal para pasar después a la colectividad.

Madre de un joven fallecido en los atentados del 11M de Madrid, Manjón hizo un recorrido por juicios, sentencias y la teoría de la conspiración para acabar en "los principios que mueven nuestra asociación, que es la búsqueda de la verdad y la justicia hasta sus últimas consecuencias". Añadió que "seguimos creyendo en los gobiernos democráticos, nos gusten o no, y que la violencia debe ser desechada de nuestra vidas, porque la violencia y las guerras nunca han sido solución de nada".

También subrayó que "las víctimas de terrorismo no somos seres especiales", pero reclamó dotación presupuestaria para el desarrollo de la Ley de Víctimas de Terrorismo, aprobada hace ya seis meses. "Este Gobierno no ha sacado ni una convocatoria y cuando lo haga sabremos por dónde va", comentó. En este apartado recordó que la asociación presentó varias propuestas a la ley, "aprobada por unanimidad con la excepción de Rosa Díez, y ahora nos encontramos con modificaciones en los Presupuestos Generales del Estado".

Por último, destacó que el único encuentro con el actual ministro del Interior sirvió "para que nos explicara el plan de acercamiento de los presos".