La portavoz de Sanidad del PP-A en el Parlamento de Andalucía, Ana María Corredera, denunció ayer los "recortes encubiertos" de la Consejería de Salud en la región y también en Córdoba, provincia en la que según Corredera, el PSOE presupuestó el pasado año 21,6 millones de euros para infraestructuras sanitarias, pero "solo ejecutó el 8,3% de lo previsto", por lo que dejó de gastar un 90% de esa partida.

Ana María Corredera apuntó que "en Andalucía rozamos los 3.000 millones de euros de deuda sanitaria y en el PP hemos comprobado que de las 773.000 facturas que se han presentado en Andalucía al Plan de Pagos a Proveedores, el 97% pertenecen a deudas sanitarias. Esta es la realidad de Andalucía, la de los socialistas andaluces que no pagan a los proveedores y tampoco ejecutan las inversiones".

Corredera se preguntó dónde está el dinero que la Junta iba a destinar el pasado año a los centros de salud de Pozoblanco o de Huerta de la Reina, así como a la construcción del Chare de Palma del Río. También criticó que se haya dejado de invertir en la remodelación de los centros de salud de Puente Genil y Priego, o a la mejora de los hospitales Reina Sofía, los de Cabra o Pozoblanco.

Por su parte, el portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado, Jesús Aguirre, explicó que el real decreto de medidas urgentes para garantizar el Sistema Nacional de Salud, "pretende adoptar medidas para que la sanidad pública sea "justa y equitativa". Aguirre resaltó que "el PP se ha encontrado al gobernar una deuda sanitaria de más de 16.000 millones de euros, generada por las comunidades autónomas, que tienen estas políticas transferidas". Sin embargo, a pesar de esta situación de partida, el senador del PP se comprometió a que la sanidad en España seguirá siendo "gratuita, justa, solidaria, equitativa, universal, de calidad y eficiente". Frente a estas palabras, la delegada de Salud, María Isabel Baena, defendió "la universalidad y la gratuidad de la sanidad pública" y criticó que el PP haga gala de respetar estos valores, "porque si fuera así renunciaría a este real decreto, por el que la sanidad dejará de ser gratuita, ya que incluye el copago, y no recortaría en prestaciones sanitarias, entre otros derechos, que deben de mantenerse como están". Baena planteó que, frente a estas medidas "ineficaces" del PP, la Junta propone "soluciones de austeridad que ahorran dinero, pero sin quitar servicios".