BBK Bank Cajasur comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "de acuerdo a los cálculos realizados, el importe total de las nuevas provisiones exigidas (por el Real Decreto-Ley 18/2012 sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero) asciende aproximadamente a 109 millones de euros", que son 76 millones netos de impuestos. Al igual que la mayor parte de las entidades financieras, Cajasur hizo pública ayer su situación ante las nuevas provisiones exigidas por el Gobierno, en un hecho relevante en el que señala que "espera cumplir con los nuevos requerimientos de provisiones sin incurrir en pérdidas". Para ello argumenta "las provisiones genéricas disponibles y su capacidad de generación de resultados". Se indica también que el propietario de BBK Bank Cajasur, el Grupo Kutxabank, también presentará su plan de cumplimiento, que espera desarrollar "sin incurrir en pérdidas ni solicitar ayudas públicas".

El Grupo Kutxabank (nacido en enero pasado de la fusión de las tres cajas vascas, BBK, Kutxa y Vital) ya comunicó en febrero a la CNMV que contaba con 3.100 millones de euros de provisiones, lo que suponía un 52% de cobertura de sus activos "problemáticos" y provisiones genéricas por un 11% adicional, por lo que no preveía necesidades adicionales de provisiones, ni impactos significativos en los resultados del 2012, para hacer frente a los requisitos del Real Decreto Ley 2/2012 de saneamiento del sistema financiero, ya que estas provisiones excedían los requerimientos dispuestos en aquel momento por la citada norma, ahora ampliados.