El Centro Tecnológico Andaluz del Diseño, Surgenia, con sede en Córdoba, ha dado a conocer en el Salón Internacional de la Alimentación y Bebidas, Alimentaria 2012, que se celebra desde este pasado lunes y hasta este jueves en Barcelona, las herramientas de conocimiento necesarias, basadas en la investigación y el diseño, para buscar productos nuevos e intuir los universos de consumo actual.

Según ha informado Surgenia, en este escenario es en el que la responsable de proyectos internacionales de Surgenia, Rosa María Muñoz, ha intentado responder a cuestiones referidas a cómo será el consumo agroalimentario en un futuro próximo o a qué grupo de consumidores pertenecemos.

En el diseño está la respuesta, según ha subrayado Muñoz en la charla, bajo el título de 'El diseño para diferenciarse. Cómo innovar en productos básicos', que ha ofrecido este miércoles en Alimentaria HUB, el gran centro de interconexión entre la innovación, el conocimiento y las tendencias para la industria alimentaria y sus agentes vinculados.

El objetivo del Observatorio de Surgenia es detectar cambios e identificar oportunidades a través del diseño. Las principales tendencias en la industria agroalimentaria "tienen consecuencias sobre el consumo futuro de un producto", según Rosa María Muñoz, y "por eso hay que tener datos y conocimiento sobre esos movimientos con el tiempo suficiente, para reaccionar antes que nuestra competencia y hacer la propuesta más atractiva".

Según la investigación del Centro Tecnológico Avanzado del Diseño Andaluz, que preside Quim Larrea y que es el único de estas características existente en España, los gustos gastronómicos responden a siete universos de consumo. Para cada uno de ellos se definen las características del diseño (envase, colores, materiales, formas y texturas) más adecuadas para conseguir un producto competitivo, para los consumidores de ahora y para los del futuro.

Entre ellos están los 'sofisticadores', que demandan productos complejos alejados del consumo de masas, con los sabores dulces como especial atractivo para ellos; o los 'econcienciados', más preocupados por "reducir, reutilizar y reciclar", que demandan productos frescos traídos desde pocos kilómetros de su lugar de consumo. También están los interesados en la salud, son los 'me gusta cuidarme', entre los que impera el concepto 'slow food', con interés por los alimentos sanos y poco calóricos.

Por otro lado, un 'artesanosumer' bien podría decir aquello de "lo hecho en casa sabe mejor", porque se trata de un grupo de consumidores que disfruta de los sabores auténticos, con toques de ingredientes exóticos y contemporáneos, mientras que los más prácticos son los 'simplificadores', que vuelven a lo básico con productos fáciles y útiles que encuentran en los comercios con surtido y horario amplio de las ciudades.

Por último están los 'alternoalimentarios' y los 'economicoeficientes'. Los primeros están cansados de la rutina y buscan experiencias nuevas en ingredientes con efectos secundarios del tipo vigorizantes, afrodisíacos y energizantes: los llamados 'natural doping' o 'legal drugs', y los segundos son expertos en la exploración de productos que prueba y compara buscando la mejor relación eficacia-eficiencia. Un universo cada vez más extenso por la incertidumbre económica.

Estos siete grupos de consumidores muestran las corrientes estéticas, sociológicas y culturales que se prevé que articulen el consumo para un conjunto significativo de habitantes. A través de la descripción del cómo son y cómo se alimentan, qué sabores aprecian, qué formas y formatos suscitan su interés, qué tipo de distribución es más afín a su estilo de vida o qué tipo de comunicación despierta más su atención, quedan expuestas las características propias para ser traducidas al diseño del producto.