Las reservas de agua acumuladas en los dos últimos años posibilitaron que los embalses de la provincia llegaran a sus máximos históricos durante el 2011 y que la disponibilidad de recursos hídricos para el consumo humano esté garantizado para los dos próximos ejercicios. Sin embargo, esta acumulación de agua en los pantanos no oculta la escasez de precipitaciones y los daños que se han producido en el sector agrario cordobés y el incremento de costes en la ganadería. La primavera comenzó ayer con nubes y algunas gotas de agua tras cerrarse el invierno más seco desde que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene datos fiables (1960). Entre el 1 de diciembre y el 29 de febrero solo se han contabilizado en el Observatorio de Córdoba 20,6 litros por metro cuadrado, lo que ha provocado que este invierno sea el "más seco" de la serie histórica. Así lo remarcó ayer el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología en Andalucía, José María Sánchez-Laulhe, que avanzó que se espera una primavera normal en precipitaciones, aunque se prevé temperaturas más elevadas. "Abril es el mes que registra más días con precipitaciones y más tormentas", dijo Sánchez-Laulhe.

Los 20,6 litros del pasado invierno se quedan muy lejos de los 460,6 del 2011 o los 655 del 2010. A esta anormalidad en las precipitaciones hay que unir también la suavidad en las temperaturas, aunque en febrero se registró una ola de frío que llevó el termómetro a 4,8 grados negativos (5 de febrero) y se contabilizaron en esa primera quincena importantes daños en los cítricos. Por el contrario, la máxima se contabilizó el 14 de marzo, con 25,1 grados. Las reservas de los dos últimos años, pese a esta escasez de lluvias, permiten que los embalses se sitúen al 77,9% de su capacidad al almacenar 2.532 hectómetros cúbicos. Córdoba es la provincia con más cantidad de agua en la cuenca del Guadalquivir. Iznájar, con 827 hectómetros cúbicos, y La Breña, con 738, son los pantanos con más recursos.

Ante la falta de precipitaciones, la Consejería de Medio Ambiente está estudiando adelantar el periodo de aplicación de la orden que regula el uso del fuego. Esta normativa contempla restricciones entre el 1 de junio y el 15 de octubre, tanto en la prohibición de realizar quemas de residuos, así como de barbacoas o el paso de vehículos a motor. Asimismo, la Junta está limitando la concesión de autorizaciones de quemas de residuos.