Hasta cinco llamadas telefónicas hizo José Bretón a su entonces mujer, Ruth Ortiz, desde que asegura perdió a sus hijos, el 8 de octubre, hasta que fue detenido por la Policía Nacional nueve días después. En una de estas conversaciones, horas antes de ser arrestado, Bretón comenta que "sueño que estoy con los niños y todos juntos otra vez. Pensar en los niños me da fuerza. Los niños siempre estarán... y ya está. Hay que tirar para delante... Es la ventaja que tenemos. Sí, los tengo que traer. Tarde más o tarde menos".

Según ha desvelado la cadena privada Telecinco , la primera llamada se produce en la mañana de la desaparición y Ruth Ortiz, por indicación de su psicólogo, decide no responder. El 15 de octubre Bretón llama a un amigo, al que le dice que "de Ruth me fío cada vez menos. Cada vez se va apegando más a la familia y excepto el rato de la cama, Ruth no me aporta nada. Yo no he estado con otra persona. No tengo ganas de mujer".

El padre de Ruth, de seis años, y José, de dos, está recluido en prisión desde el 21 de octubre por detención ilegal cualificada por desaparición de menores y simulación de delito, y el juez que instruye la causa, José Luis Rodríguez Lainz, mantiene parte de las actuaciones bajo secreto de sumario. Cabe recordar que en esta causa está personada la familia materna como acusación particular.

El 16 de octubre y tras escuchar la carta que Ruth escribió para solicitar la libertad de los niños, Bretón la llama por la tarde. "Tú siempre has sido más fuerte que yo y siempre lo has demostrado. La carta que se ha leído esta mañana en Huelva ha sido muy bonita. Tengo metidas tus palabras, de que yo me llevé a los niños y que tengo que devolvértelos, y eso me da fuerzas...".

NUEVA VERSION Una vez en la comisaría de Campo Madre de Dios, ya detenido, Bretón pide a los agentes de la Policía Nacional que le dejen llamar a Ruth, y se lo niegan, pero les revela que "quiero decirle que cuando llegué al parque di una primera vuelta para buscar estacionamiento y como no lo encontré dejé a los niños cerca de la entrada del circuito. Tuve que dar una segunda vuelta para poder aparcar bien el vehículo y cuando llegué ya no estaban. Los dejé solos durante mucho tiempo".