Los sindicatos UGT y CCOO lo tienen claro. La precarización del mercado de trabajo y la tensión a la que se ven sometidos los trabajadores para mantener su puesto de trabajo están detrás del incremento de los accidentes graves y mortales en las empresas de Córdoba, aunque reconocen que se ha producido un descenso en el cómputo global de siniestros leves en los últimos cuatro años como consecuencia de la gran caída de actividad que se ha producido en la provincia. El informe anual de la Consejería de Empleo sobre siniestralidad laboral al que ha tenido acceso este periódico recoge que en el 2011 se produjeron 150 accidentes graves y 8 con víctimas mortales, lo que supone un aumento del 16,2% y del 33,3%, respectivamente. No obstante, si se suman los leves, los accidentes laborales con baja fueron 8.948, un 6,8% menos que en el 2010. Esta tendencia de caída se mantiene desde el inicio de la crisis, pues el último ejercicio en el que se produjo una subida fue en el 2007.

Por sectores, los accidentes solo crecieron en la agricultura (+2,85%), mientras que se redujeron en la industria (-10,4%), la construcción (-10,6%) y los servicios (-6,8%). A estos hay que unir los casos que se produjeron y que no tuvieron baja médica, que ascendieron a 11.079.

El perfil del trabajador cordobés que sufre un mayor número de siniestros es un varón que lleva menos de 12 meses de contrato en la empresa y que suele tener un contrato por obra o servicio a tiempo completo. En el caso de las empresas con más siniestros, la Junta de Andalucía destaca que el pasado año fueron las que tienen plantillas de 11 a 25 trabajadores las que contabilizaron más casos, seguidas de las que cuentan de 1 a 5 empleados. La accidentalidad suele ser mayor entre los hombres de 25 a 34 años en los sectores de la construcción e industrias, mientras que en la agircultura y servicios afecta más a los que están entre 35 y 44 años.

CONSECUENCIAS La Junta de Andalucía indica que más de un tercio de los accidentes producidos en Córdoba durante el pasado año fueron por sobreesfuerzo (36%), seguido de las caídas (12,5%), mientras que el resto de las formas de accidentes están por debajo del 9,5%. El pasado hubo 125 personas que sufrieron un accidente por mordeduras o patadas de personas o animales, 258 que sufrieron una lesión por contacto con la corriente eléctrica, el fuego o sustancias peligrosas y 236 sufrieron accidentes de tráfico.

La lesión más común son los esguinces y las torceduras (28,6%) y el día con mayor siniestralidad sigue siendo el lunes, entre las 10 y las 12 horas.