El Ayuntamiento ha desactivado la pilona de la calle Jesús y María. Con esta medida, son ya tres los bolardos que han dejado de funcionar en el último año, ya que el de la calle Valladares permanece bajado desde que en noviembre abrió sus puertas el aparcamiento de la calle Sevilla. Otra pilona cercana, la de Barroso, dejó también de funcionar en la etapa final de la anterior Corporación municipal, en febrero del 2011, cuando se activó la de la calle Valladares. Hay otras dos más que ni siquiera han llegado a usarse, las instaladas también en la etapa anterior en Tejón y Marín y Capuchinas.

El cambio no implica un "tráfico libre porque es una zona muy sensible", según señala la responsable de Seguridad y Movilidad, Ana Tamayo, sino que persigue "dar salida a los usuarios de las cocheras que han entrado por la puerta del Conservatorio". Allí hay una señal que prohíbe el paso excepto para las cocheras, cuatro con medio centenar de plazas que ahora pueden salir por Jesús y María, llegar a las Tendillas y bajar por Alfonso XIII, cuando antes debían dar una vuelta mayor por Santa Victoria y Duque de Hornachuelos. La zona continúa teniendo, por tanto, acceso restringido, ya que la entrada se sigue controlando en Valladares, donde se comunica la restricción existente y que solo se permite la entrada a conductores autorizados y a los usuarios del párking de la calle Sevilla. Aunque ya se ha colocado el panel informativo, no se han activado las cámaras con las que se multará a los infractores.

La bajada de la pilona era una de las demandas de la asociación de vecinos Centro Histórico, que aboga por eliminar bolardos y sustituirlos por cámaras. Estos vecinos están usando también como salida San Fernando. Aún así, el colectivo sigue pidiendo al Ayuntamiento algo que ve prioritario, el paso por Cruz Conde en horario no comercial.