El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Laín, ha decidido este viernes prorrogar un mes más el secreto de sumario sobre una parte del caso de los dos niños desaparecidos en Córdoba hace cerca de cinco meses, según han confirmado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TJSA).

Esta nueva prórroga se produce después de que las partes hayan accedido ya a unos 4.000 folios que componen el procedimiento, tras levantarlo parcialmente el magistrado el 10 de febrero, de manera que han tenido acceso a algunas pruebas que certifican que el padre de los niños, José Bretón, no llegó con sus hijos al Parque Cruz Conde la tarde del 8 de octubre, donde dice que perdió de vista a los pequeños, tal y como declaró a la Policía. Mientras, en el resto del sumario se incluyen otras pruebas como un informe sobre las llamadas de Bretón.

Al respecto, el abogado del único imputado en la causa --el padre de los niños--, José María Sánchez de Puerta, ha criticado al juez porque "está dificultando enormemente la labor de derecho de defensa" con las prórrogas del secreto de sumario, y es que "esta es la quinta en cuatro meses", algo que califica de "totalmente anormal".

En declaraciones a Europa Press, el letrado asevera que "jamás" se ha topado "con tantas prórrogas", y lamenta que "esto no lo ha visto nadie, es inaudito". Entretanto, relata que "al principio confiaba" en que se levantara el secreto antes de cumplir cada uno de los plazo, "pero llevamos cinco así, ya no confío" y teme que el juez "agotará hasta el último día como ha hecho esta vez".

En relación al contraperitaje que ha solicitado por la prueba de la Universidad de Valencia en la que avala al "98 por ciento" que Ruth y José no llegaron al parque de la capital cordobesa, Sánchez de Puerta informa de que los resultados se tardarán en conocer, no antes de finalizar la próxima semana, según él.

Mientras, Bretón continúa en prisión, en la que ingresó desde el 21 de octubre, acusado de los delitos de detención ilegal con la agravante de desaparición de menores y por simulación de delito, después de que insistiera la semana pasada en la declaración ante el juez que perdió de vista a los niños en el parque. Tras ello, el magistrado emitió un auto de 16 folios, por el que decidió mantener en prisión a Bretón por riesgo de fuga.

La defensa ha recurrido y será la Sección Segunda de la Audiencia Provincial la que resuelva ahora, tras remitir el recurso a las partes en un plazo de diez días y cuando se produzcan las contestaciones al procedimiento, los magistrados fallarán. Este plazo, según Sánchez de Puerta, se puede demorar hasta unos 20 días.

BÚSQUEDAS

Por otra parte, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada de Violencia (UDEV), acompañados por otras unidades, han retomado este martes las búsquedas de pistas sobre el paradero de Ruth y José en zonas cercanas al río Guadalquivir y la parcela de Las Quemadillas, en la que el padre estuvo con sus hijos momentos antes de denunciar la supuesta desaparición el 8 de octubre de 2011.

No obstante, el miércoles los agentes se han desplazado con unidades caninas y de la policía científica al arroyo Pedroches, localizado en el norte de la capital bastante lejos de la parcela, ubicada en el sureste, y donde han rastreado mañana y tarde sin encontrar pistas que esclarezcan el caso.

Desde el día de la supuesta desaparición los agentes han concluido sin éxito la búsqueda de pistas registrando pozos, alcantarillas y colectores de aguas residuales entre el río Guadalquivir y el Parque Cruz Conde, así como cerca de la parcela de los abuelos paternos, que se ha rastreado en diversas ocasiones, al igual que los alrededores de la misma, varias graveras y el río, en todos los casos sin resultados.

Por otra parte, según ha adelantado este viernes, la prensa provincial, la dirección de la prisión ha reforzado las 24 horas de vigilancia sobre el padre de los niños, porque hace unos días que ha dejado de comer, aunque afirma que no está en huelga de hambre. Además, el juez ha solicitado que se analice la ceniza de la hoguera que hizo el padre en la finca, para esclarecer parte de la investigación.

EL AUTO DE PRISIÓN

En relación al auto de prisión, el juez subraya que "solo el encartado tiene la llave de dónde se encuentran sus hijos, estén vivos o muertos", de manera que ponerlo en libertad "podría dar al traste con cualquier intento de encontrarlos", según sostiene el magistrado.

En este sentido, en dicho auto, Rodríguez Laín detalla un total de 17 elementos, que suma a los que ya apuntó en octubre. Así, tras analizar las imágenes de cuatro cámaras de Córdoba --"tratarlas, que no manipularlas", explica el juez, para ayudar a ver aquello que el ojo humano puede ver con dificultad-- concluye que "a las 17,58 horas del 8 de octubre no iba nadie en los asientos traseros del Opel Zafira del encartado. No es cuestión de estadística, sino de certeza".

Asimismo, el auto dice que Bretón estaba a las 13,50 horas del 8 de octubre, es decir 20 minutos después de que los niños fueran vistos por última vez, en el entorno de la finca familiar de Las Quemadillas, según los datos de localización e imágenes grabadas. Y tras ello, no ha trascendido que ocurrió con los pequeños.

Otro indicio es que ocultó a su familia que estaba en la finca, así como que había ido a ese lugar hasta nueve de un total de 15 días previos al suceso a horas intempestivas. La tarde anterior a la desaparición, el viernes a las 19,00 horas, "cuando tan deseoso estaba de encontrarse con sus hijos", los dejó en casa de su hermana y fue a la parcela "con el capricho" de conseguir el número de teléfono de una antigua amiga para llamarla y quedar el fin de semana con ella. La excusa es "desconcertante", según indica Rodríguez Laín.

Según el juez, intentó desenfocar a la Policía encendiendo una hoguera con restos de huesos, tirando bolsas de basura delante de unas cámaras y pregonando que iba a hacer obras en la finca, pese a que no se ha hallado ni rastro de ellas. La hoguera la hizo de forma premeditada, a última hora, antes de salir hacia el parque. Además, no quemó papeles de su mujer, Ruth Ortiz, ni ropa abandonada ni huesos de las prácticas de ella, sino un chaquetón en pleno uso.

La información que proporcionó a su hermano, vía mensaje, la tarde de los hechos fue contradictoria, dado que le dijo que estaba en su coche, pero el móvil lo sitúa en el parque, y además le contó: "Esto está lleno de gente, he tenido que aparcar lejos".

No obstante, el auto señala que no hay ni un testigo o grabación que viera al padre con los críos en el parque --se han revisado 40 minutos de imágenes--; que reconoció a un policía que era el responsable de la desaparición de los niños y que compró "Orfidal" y podría habérselo suministrado a los pequeños.