Fin de semana solo apto para los amantes del carnaval. Chirigotas y comparsas participantes en el 30º Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba, y alguna que otra improvisada, salieron a la calle para dar rienda suelta a la imaginación con letras cargadas de ironía para criticar a políticos y aristócratas, especialmente a la duquesa de Alba y a Urdangarín. Un gran número de cordobeses, ataviados con todo tipo de disfraces y cerveza en mano, se congregaron entre las plazas de Cristo de Gracia y de San Agustín para disfrutar de una noche en la que la vergüenza no tenía cabida. Además, el clima dio un respiro tras la ola de frío siberiano. Hasta cinco puntos --San Juan de Letrán, la propia plaza de San Agustín, Pozanco y dos escenarios en la calle Montero-- se habilitaron para que las distintas agrupaciones pudieran entonar de nuevo sus cuplés y pasodobles. El público se congregaba para ver las distintas actuaciones y se pudieron escuchar sonoras carcajadas. Los componentes de los grupos carnavalescos aseguraban que, aunque es siempre emotivo cantar en el Gran Teatro, el carnaval está pensado para la calle.

La fiesta se prolongó hasta la madrugada en el Alpargate, donde se había montado el mayor escenario. Al terminar el espectáculo, los disfrazados se trasladaron a las discotecas del centro para seguir con la marcha carnavalesca.