La inquietud y el carácter emprendedor de Rafael del Rosal López son, en buena medida, los responsables del éxito que, junto a su mujer, ha conseguido con su empresa. De otra manera no se entienden aquellas maratonianas jornadas de sus inicios, en las que comenzaba a las 3 de la mañana a freír patatas, las envasaba, por la tarde iniciaba el reparto en Priego y luego se trasladaba a Madrid para llevar parte de su mercancía para, pocos minutos después de regresar a su domicilio, iniciar de nuevo su frenética actividad. Un espíritu emprendedor sin el que tampoco se entendería que, en los tiempos que corren, este prieguensese embarque en la construcción de unas nuevas instalaciones con más de 2.000 metros cuadrados que le permitirán ampliar su cartera de productos, con los que pretende abrirse una brecha en el exigente mercado de los aperitivos.