Nada menos que 86 distinciones se entregaron ayer en el Colegio Mayor de la Asunción. Y el tiempo se fue en un suspiro. Ante un aforo repleto hasta la bandera, los premiados, entre los que destacaba la presencia de alumnos fin de carrera y jubilados (más de 20 este año) agrupados de cinco en cinco, fueron pasando por el estrado para recibir los honores.

Llegado el turno del rector, José Manuel Nogueras, se agradeció que, en lugar de deprimir a los presentes con datos sobre la precaria situación financiera de la Universidad en tiempos de crisis, pusiera en valor el tesoro que supone para la institución la calidad "del capital humano con que cuenta, que al fin y al cabo, es con lo que se construye el futuro". Respetuosos con los tiempos, los tres premiados con la distinción Tomás de Aquino presentes, Juan Serrano, Agustín Gómez y Rogelio Castillo, de Cervezas Alhambra, agradecieron en tres minutos (o cuatro) el galardón dando paso a la actuación flamenca que cerró la sesión. Recién premiado el ex director de la Cátedra de Flamencología, el nuevo director, Luis de Córdoba, tomó la palabra. Con el arte que le caracteriza y comprometido con el ritmo de la gala, el maestro no tuvo inconveniente en presentar a los artistas encargados de amenizar la velada mientras montaban los aperos flamencos en el escenario.

Todo ello, ante la mirada atenta de fotógrafos como Ladis, siempre ojo avizor, y numerosas autoridades locales como los concejales Carmen Gil, Juan Pablo Durán, Ana Tamayo, Juan Miguel Alburquerque o Rosario Alarcón; el general del Brimz X El Bueno, Teodoro Baños; y el recién bautizado como subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, que estrenaba así su nuevo cargo en un acto oficial.

En definitiva, un acto de lo más flamenco.