La Confederación Española de Empresarios de la Madera (Confemadera) presentó ayer en Córdoba los resultados anuales del sector, que reflejan un incremento notable del volumen de exportaciones frente a la caída en picado del comercio interior.

Según el balance presentado, referido a los diez primeros meses del año 2011, Andalucía se sitúa actualmente como la séptima comunidad autónoma más exportadora en el ámbito maderero, con más de 41 millones de euros en ventas, lo que supone un incremento del 10,9%. Estas cifras reflejan el potencial de un sector en expansión que, sin embargo, aún se encuentra a mucha distancia de otras regiones como Galicia o Cataluña, donde la madera mueve entre 315 y 139 millones de euros.

En Córdoba, las exportaciones supusieron un negocio de 1,6 millones de euros, situándose en quinta posición respecto al ránking andaluz, en el que Jaén y Cádiz ocupan los primeros puestos, con casi 14 millones de euros. Reino Unido, Portugal y Marruecos son actualmente los principales compradores de productos de madera en Andalucía, centrando su interés comercial en productos relacionados con la tonelería (barriles, cubas o tinas), seguidos de los tableros de partículas o las piezas de carpintería.

En lo que respecta a las importaciones de madera, cabe señalar que Andalucía sigue comprando más de lo que vende al exterior, sobre todo a países como Uruguay, Portugal, Chile o Suecia. La comunidad andaluza exporta 41 millones de euros en madera, pero importa 113 millones, sobre todo, leña y derivados, madera aserrada y madera en bruto.

La caída del consumo interno contrasta con los datos de crecimiento en el extranjero. Según Francis Huidobro, presidente de Confemadera, frente a este incremento, el comercio nacional sigue decreciendo, con un descenso de casi un 35% en el último año. Esta disminución se suma a la desaparición progresiva de empresas madereras (6.000 menos en los últimos cinco años), y a la pérdida de puestos de trabajo, (unos 125.000 menos desde que empezó la crisis).

Los representantes del sector aprovecharon la ocasión para pedir a las instituciones una apuesta firme por el comercio exterior, al tiempo que recordaron que "al igual que el 80% de las empresas de este país, el sector maderero está compuesto mayoritariamente por microempresas, a las que se deben facilitar las transacciones de comercio exterior". En cuanto a la posible incentivación de la actividad a nivel nacional, los responsables de Confemadera destacaron las posibilidades que se abren con la rehabilitación de inmuebles. "La paralización de la construcción ha afectado a este sector notablemente, por lo que sería fundamental animar a la rehabilitación y reforma con medidas como la desgravación fiscal y con vías de financiación asequibles a las familias.

Por su parte, Jesús Terciado, presidente de la Confederación Española de Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) defendió el asociacionismo de las pequeñas empresas, como vía para acceder a nuevos mercados, al tiempo que anunció medidas para luchar contra la morosidad, tanto pública como privada, y contra la economía sumergida que practican "los pseudoempresarios que trabajan sin darse de alta ni facturar".