Pocos saben que Manuel Nieto es un experto en canto gregoriano, en el que está titulado, aunque por culpa de los nuevos modos del Concilio Vaticano II se quedó sin poderlo entonar, si bien pudo dar rienda suelta a su afición dirigiendo la Scola Gregoriana Cordubensis. Es más conocida su faceta de hombre de tertulia, ya que se le pudo ver muchas veces en la terraza del bar Siroco, junto a la tienda de fotografía y galería de arte de Pepe Jiménez, en distendida tertulia con éste, el poeta Juan Bernier y un variopinto abanico de personajes de la vida cordobesa. "Era una tertulia abierta, con gente de todos los partidos --recuerda--. Nosotros allí sentados éramos más demócratas que los que pasaban con banderas por la avenida".