El cordobés de 68 años José Suárez ha visto al empleado de un banco sonrojarse cuando le descubría en una mentira y ha escuchado a la responsable de otra sucursal reconocer que las participaciones preferentes iban a costar a algunos mayores "una enfermedad". Este jubilado explica que depositó 36.000 euros en dos entidades financieras que le aseguraban que los recuperaría cuando los necesitase, pero solo ha logrado que le devuelvan 7.000 euros.

José es uno de los afectados por un producto mediante el que algunos bancos y cajas captan el dinero de los clientes de forma perpetua, porque solo lo recuperan vendiéndolo a un tercero. Creía que tenía dos plazos fijos y ahora acude cada 15 días a la oficina bancaria "para preguntarle quién me ha robado". Así, destaca que "cuando llamo al Banco de España me dicen que he firmado. Lo he firmado como firmo mi sentencia de muerte", porque para este viudo sus ahorros "son una seguridad", pero ahora espera cada día recibir noticias y asegura que "necesito que me den mi dinero para tener mi coche. Irme al campo y guisar un arroz, como corresponde a un hombre de 68 años".

Ana Márquez, de la misma edad, se encuentra en igual situación. Depositó en una caja los 18.000 euros de su plan de pensiones y no puede recuperar una tercera parte. Su contrato es una hoja "sin derechos ni obligaciones", pero ahora necesita su dinero para hacer obras en casa y no puede contar con él. De hecho, en las pasadas navidades le hizo falta y todo lo que obtuvo fue un préstamo "del que no tenía necesidad, porque yo tenía mi dinero preparado para estas ocasiones". La empleada que la atendió "me dijo que se lo recomendaría hasta a su madre. Los bancos están viviendo del pobre", manifiesta.

En esta circunstancia se encuentran unos 5.000 cordobeses, según las estimaciones de la Asociación de usuarios de Bancos Adicae. El colectivo celebró ayer una reunión para informar sobre las participaciones preferentes y reunió a más de un centenar de personas "que se sienten estafadas", explicaba Carmen Domínguez, la coordinadora en Andalucía. Esta experta apunta que en Córdoba "la mayoría de los perjudicados son personas mayores", e indica que a veces también "está un pueblo entero, unas 400 personas". Adicae aconseja a los afectados que reclamen y también que si aceptan el canje por otro producto, se reserven el derecho a iniciar acciones legales. Asimismo, el colectivo estudia realizar demandas colectivas.