El 1 de enero del 2012 hizo un año desde que el Grupo BBK asumió la dirección de Cajasur, tras serle adjudicada en subasta por el Banco de España. La antigua caja de ahorros propiedad de la Iglesia cerró el año 2009 con unas pérdidas de 956 millones y en el 2010 ascendieron a 1.100 millones, al tener que hacer frente con provisiones a las pérdidas ocasionadas por el sector de la construcción. BBK tuvo que acometer una ampliación de capital de 800 millones de euros con el objetivo de "restablecer el equilibrio patrimonial y sanear el balance". En los primeros nueve meses del pasado año, Cajasur consiguió dar unos beneficios que se estimaron en 3,6 millones de euros.

Sin embargo, durante este primer año de gestión se han producido significativos cambios que han afectado al entramado de oficinas de la entidad o que han implicado un importante ajuste de su plantilla. Así, alrededor 660 personas abandonaron la entidad matriz, a las que se han unido durante este tiempo otras bajas en la Obra Social y en el Grupo de Empresas.