El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dio a conocer ayer el contenido de una densa carta pastoral con motivo del cursillo de cristiandad número 1.000 que se realiza en la diócesis (fue el pasado fin de semana) y que constituye todo un récord en la Iglesia Universal, solo superado por una diócesis de Puerto Rico.

Además de explicar los actos de celebración por este logro (tendrán lugar el próximo fin de semana y los presidirá el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos), el obispo dio cuenta de su nueva y densa carta pastoral, centrada en los cursillos de cristiandad y en la que hace todo un recorrido histórico de este movimiento. Particularmente, a lo largo de sus 13 páginas, el prelado elogia la fidelidad de los cursillistas (33.000 cordobeses en medio siglo) a la diócesis, integrándose y trabajando de múltiples maneras en las parroquias e instituciones de la Iglesia en córdoba. A los cursillistas cordobeses se refiere diciendo que "no habéis perdido nada por insertaros en la diócesis y lo habéis ganado todo".

SIGUE LA POLEMICA Sin embargo, ayer siguió acaparando la atención la carta pastoral del pasado jueves, en la que el obispo dijo, siguiendo la correspondiente lectura dominical, que hay que huir "de la fornicación", un mensaje que "parece dirigido a la actualidad, donde la incitación a la fornicación es continua en los medios de comunicación, en el cine, en la televisión, incluso hasta en algunas escuelas de Secundaria, dentro de los programas escolares".

Al respecto, y aunque al principio dijo que este asunto "no toca" en la rueda de prensa que se celebraba, Demetrio Fernández contestó a las preguntas afirmando que no había hecho más que "comentar la palabra de Dios", como es su deber de obispo, y mostró su satisfacción porque este mensaje se haya difundido a nivel global gracias a los medios de comunicación y las redes sociales. Respecto a las críticas de responsables de Educación de la Junta por su pastoral, el prelado no quiso hacer comentario alguno.