La instalación del 'contenedor cultural para artistas emergentes', que así denominó el anterior gobierno local al avión, requirió un amplio despliegue el 19 de marzo del año pasado. El convoy partió del aeropuerto escoltado a lo largo de su camino hasta el Balcón del Guadalquivir por 40 policías locales, una docena de voluntarios de Protección Civil y una pareja de la Guardia Civil. Siete camiones, uno de ellos de 36 metros de largo, circularon por Córdoba para transportar las piezas de la aeronave.

La iniciativa "pionera en España" --como no podía ser de otra forma-- era una de las apuestas de cara a la Capitalidad Cultural del 2016, que se la llevó San Sebastián, y se inscribía en un proyecto llamado Circular. El aparato estaba destinado a acoger las nuevas tendencias creativas ligadas a la producción audiovisual (cortos, películas, documentales, vídeos y perfomances ), mientras que también se reutilizaban dos autobuses urbanos de la flota de Aucorsa. Uno de los buses albergaría actividades musicales y de artes escénicas (conciertos y lecturas poéticas, danza contemporánea, conferencias, charlas, coloquios, entre otros) y el otro, la pintura y las artes plásticas (exposiciones de pintura y escultura, instalaciones de arte comunitario y talleres). Junto a Cosmopoética y La Noche Blanca del Flamenco era la avanzadilla para la Capitalidad.

Nada de aquello ha salido adelante. En julio, tras llegar el PP al Ayuntamiento, se cifraron los gastos del avión en más de 300.000 euros, 100.000 del acondicionamiento de los terrenos para colocarlo; 80.000 de su desmontaje, su traslado, y su posterior montaje en el lugar que ocupa; más los 73.897 de la rampa de acceso y los 53.386 del aire acondicionado que proponía el anterior cogobierno de Izquierda Unida y PSOE. La Gerencia de Urbanismo decidió en septiembre dejar aparcado el proyecto ante la falta de dinero para ponerlo en uso. Este diario intentó conocer ayer si ha variado este posicionamiento del equipo de gobierno.

En la asociación de vecinos El Arenal "siempre hemos estado en contra del proyecto, pero una vez colocado el avión y gastado nuestro dinero, por lo menos que esté funcionando", señala Ana Luengo, presidenta del colectivo. "Nunca hemos visto su viabilidad y es un gasto desproporcionado" y añade que "hemos acudido al Ayuntamiento a través del consejo de distrito para saber lo que va a pasar, pero aún no tenemos respuesta".

Lo cierto es que las bolsas de plástico y los papeles se acumulan en las vallas que circundan el recinto, hierbas y matas proliferan y las pintadas son abundantes. El avión revertirá a su propietario, Francisco Agulló, si el 19 de marzo del 2013 no tiene el uso cultural acordado.