La ampliación del aeropuerto de Córdoba ha encontrado su último escollo en la negociación con los vecinos de Llanos del Castillo. Los propietarios de estas viviendas próximas a las instalaciones tienen que autorizar a Endesa para que pueda soterrar las líneas eléctricas en sus terrenos y permitir con esto el vuelo de los aviones. No obstante, la negociación ha quedado en punto muerto después de que los vecinos hayan solicitado a la empresa que un grupo de unas diez parcelas pueda contar con "contratos legales de luz". El problema se encuentra en que, según explicó ayer el director de Endesa en Córdoba, Málaga y la Bahía de Algeciras, Alfredo Rodríguez, esta eléctrica no puede facilitarles el servicio porque las casas afectadas no cuentan con la licencia de primera ocupación que concede la Gerencia de Urbanismo.

Rodríguez resume la situación en que después de la reunión mantenida entre Endesa y los vecinos a finales del mes de diciembre, "por ahora, esto está paralizado". Y todo a pesar de que fuentes de AENA, por su parte, confirmaron ayer a este periódico que una vez que se soterren las líneas eléctricas "estaríamos en disposición de poner operativa toda la pista prácticamente al día siguiente".

La asociación de vecinos de Llanos del Castillo integra a un centenar de familias que residen en esta zona, las calles Venecia I y Venecia II, y el tramo de carretera que va hacia El Higuerón hasta llegar al Club Neptuno. El presidente del colectivo, Manuel Romero, explicaba ayer que "ya tenemos el PERI provisional aprobado" y las parcelas que están solicitando la luz cuentan con contratos de agua o servicio de recogida de basura. Según señalaba Romero, estos propietarios "se están apañando como pueden", por lo que la asociación planteó a finales de diciembre a Endesa que estaba dispuesta a permitir el soterramiento de las líneas, pero "también se estuvo viendo qué forma legal había de que estas personas pudieran tener su contrato de luz". Para esto, los vecinos hicieron dos propuestas y el presidente del colectivo precisa que una de ellas era inviable, "porque estaba al margen de la ley", pero sobre la otra todavía no han recibido una respuesta.

El conflicto, sin embargo, no se queda ahí, ya que hace un mes algunos vecinos de Llanos del Castillo también hacían públicas sus quejas por el ruido que soportarán cuando el aeropuerto se encuentre en pleno funcionamiento y por la situación de algunas de sus casas, que tienen una altura que podría no estar permitida en esta zona.