Una mujer de 23 años se sentará próximamente en el banquillo acusada de pegar e insultar a su expareja, y eso a pesar de tener vigente una pena accesoria de alejamiento del hombre tras ser condenada por un delito de lesiones. El ministerio fiscal considera los hechos un delito de maltrato en el ámbito familiar y otro de quebrantamiento de condena, por lo que solicita para ella penas que suman 23 meses de prisión.

Según el fiscal, los hechos ocurrieron el 6 de julio del 2010, cuando la mujer tenía que entregarle a su expareja el hijo en común. En ese momento le propinó un guantazo en la espalda y lo insultó, calificándolo, entre otras cosas, de "perro" y "basura". Ese mismo día le mandó un mensaje en parecidos términos.