La Policía Nacional mantiene abierta la investigación sobre la muerte violenta de un hombre de 72 años el pasado jueves en la zona de Camino de la Barca para determinar el grado de participación de los dos detenidos que fueron puestos a disposición judicial y conocer si hubo más implicados, por lo que el caso "no se da por cerrado" y no se descarta que pudieran producirse nuevos arrestos, según informaron ayer fuentes cercanas a las diligencias. De momento, los dos detenidos que fueron llevados el miércoles ante el juzgado de guardia, S.M., una mujer de 50 años, y N.T., un hombre de 48 años, ambos de nacionalidad rumana, se encuentran en libertad con cargos, imputados provisionalmente por homicidio, y con la obligación de presentarse a diario en el juzgado que lleva el caso, sin que de momento haya variado su situación judicial.

La propia puesta en libertad de los detenidos vendría a indicar que no se cuenta con pruebas sólidas que hagan pensar que fueron causantes directos de la muerte del hombre. Una de las hipótesis es que mantuvieran una pelea con la víctima, pero que esta, al salir corriendo, sufriera una caída que provocó su muerte, sin que fuera golpeada por los detenidos. Otra línea de investigación apuntaría a otros implicados.

El hombre, vecino de la avenida Virgen del Mar, salió de su casa el pasado miércoles sobre las 22.00 horas para dirigirse a un terreno en el que, junto a unos amigos, cultivaban tomates y criaban conejos. Desde hacía tiempo habían sufrido robos y la víctima quiso aquella noche dar una vuelta para controlarla. A su esposa le dijo que regresaría en unas dos horas, pero no volvió. Alarmados, los familiares acudieron el jueves a denunciar su ausencia en la comisaría de Campo Madre de Dios, donde se organizó un dispositivo para su localización. Sobre las 17.30 horas fue encontrado el cadáver. Al poco se supo que la Policía había interrogado a dos rumanos que vivían en una casa cercana. Aunque en principio se pensó en muerte accidental, la autopsia determinó que era violenta.