El ministerio fiscal ha solicitado cinco años de prisión para un hombre acusado de atracar una sucursal de Cajasur en el polígono de Amargacena y hacerse con un botín de 64.000 euros después de entrar armado junto a otras tres personas no identificadas, todas ellas disfrazadas con pelucas y barbas postizas.

Según el escrito del fiscal, sobre las 12.30 horas del 2 de junio del 2006, el acusado y otras tres personas que no han podido ser identificadas se desplazaron a la sucursal a bordo de un BMW y disfrazados con guantes blancos, pelucas y barbas postizas. Mientras uno de los atracadores permaneció en la puerta de entrada de la entidad portando un revólver y haciendo las funciones de vigilancia, los otros tres individuos se introdujeron en el interior de las dependencias portando pistolas con el objetivo de intimidar a todos los presentes. "Esto es un atraco y no me mires o te pego un tiro", dijo uno de ellos a un cliente de la entidad.

Los atracadores obligaron entonces a los empleados a que se tiraran al suelo y se apoderaron del dinero de ingreso, así como del que había guardado en unas bolsas de la caja que estaban a la espera de ser recogidas por la empresa de transportes. Cuando ya se marchaban del lugar, uno de los atracadores se llevó el bolso de una cliente que estaba en el suelo y que contenía un monedero con 1.600 euros, un sobre con 271 euros, así como un juego de llaves y documentación diversa. El acusado y los demás atracadores se dieron a la fuga en el vehículo en el que se trasladaron, que fue hallado por la Guardia Civil cerca de Fernán Núñez.

En el interior del coche, los agentes encontraron un teléfono móvil propiedad de uno de los clientes, además de diversas pelucas, barbas y bigotes postizos, pero no se lograron recuperar los 63.815 euros sustraídos en la entidad financiera.