El 56% de los empresarios andaluces vaticina que la situación económica empeorará en 2012, según recoge el XII Barómetro de Expectativas Empresariales de la Confederación de Empresarios de Andalucía, un estudio de la revista Andalucía Económica y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), que ha sido presentado este lunes en Córdoba.

El estudio, en cuya presentación han tomado parte el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto Ballesteros; el secretario general de Economía de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, Gaspar Llanes Díaz-Salazar; el secretario general de la CEA, Antonio Carillo Alcalá y el presidente del consejo de administración de Andalucía Económica, Alfonso Castilla Rojas, analiza las expectativas económicas del tejido empresarial andaluz para el próximo ejercicio 2012 y compara las previsiones de los empresarios con respecto a años anteriores.

En esta nueva edición del Barómetro Empresarial se muestran las principales tendencias económicas que los empresarios y directivos de las empresas de mayor relevancia de Andalucía (según su nivel de facturación) esperan para el próximo ejercicio. Los resultados, en base a una muestra sobre 222 empresas, no son nada halagüeños, lo que indica que la economía andaluza se enfrenta a un duro ajuste económico, que va a trascender más allá del próximo ejercicio económico. Ello se refleja, en primer lugar, en las expectativas de los empresarios sobre los principales indicadores de actividad, como son facturación, beneficio, empleo e inversión en activos.

Con respecto a la facturación, los encuestados esperan que la misma se mantenga en el próximo ejercicio económico, valoración que rompe la tendencia positiva del año anterior donde se mostraba un cierto positivismo al respecto. Al considerar la valoración sobre las expectativas respecto al comportamiento del beneficio de las empresas andaluzas, se aprecia cierto desconcierto, si bien el mayor valor se encuentra en aquellos que afirman que el beneficio se mantendrá en sus empresas (43,8% de los participantes), el número de los que creen que éste disminuirá suma un 40,7% de encuestados. Por otro lado, esta situación supone una disminución en término medio respecto a los ejercicios precedentes, lo que pone de manifiesto una ruptura de la línea menos negativa que se venía viviendo desde el año 2009.

Si analizamos la situación del empleo en el próximo ejercicio, el comportamiento del mismo será similar al que ha experimentado en este ejercicio. Por último, dentro del estudio de estas variables de introducción, para el próximo ejercicio 2012 la inversión en activos sufrirá un ligero descenso, así lo indica el 42,7% de los encuestados, frente al 39,6%, que afirma se mantendrá con respecto a ejercicios pasados.

Si observamos el comportamiento por sectores económicos se aprecia que, en general, todos los indicadores revelan resultados negativos salvo la situación de la facturación y la inversión en activos en el sector energético, que presenta en su conjunto el mejor comportamiento de entre los del tejido empresarial andaluz. Un año más, la construcción y el sector inmobiliario se perfila como el de peor resultado en todos los indicadores.

EXPECTATIVAS ECONÓMICAS 2012

La confianza del empresariado andaluz en la situación económica para el próximo ejercicio muestra una tendencia pesimista. Más de la mitad de los encuestados afirma que la situación económica empeorará probablemente o con toda seguridad para 2012, siendo solo un 10% los que atisban alguna posibilidad de mejora para el mismo. El sector turístico es el que vislumbra unas mejores perspectivas para la economía del próximo ejercicio, encontrándose en situación opuesta al sector de la construcción.

En el plano autonómico, se aprecia un comportamiento algo peor de la economía andaluza frente a la media de la española, siendo una situación muy similar a la observada en los últimos ejercicios económicos, donde aproximadamente un 49% de los empresarios estiman unas expectativas peores a las del conjunto de nuestro país.

Sin duda, era cuestión ineludible para nuestros empresarios datar una posible vuelta a tasas de crecimiento compatibles con a la creación de empleo neto. La respuesta no deja duda a su interpretación, no se espera una mejora de la situación económica hasta después del 2013, según el 82,3% de los encuestados.

Esta situación es motivada de distinta manera por el comportamiento de los diferentes indicadores de la economía, que presentan leves oscilaciones entre los distintos sectores. Destacan la bajada de la demanda interna y el acceso al crédito, así como el incremento de la presión fiscal y la morosidad del crédito, este último con la excepción del sector energético, que muestra una situación positiva de descenso de la morosidad en el sector.

Por otro lado, durante 2012 el turismo volverá a desempeñar un papel fundamental en la economía andaluza, siendo considerado como el sector más dinámico y el único con un comportamiento realmente positivo frente al resto, cuyo seguidor más cercano (agricultura, ganadería y pesca) se encuentra a 50 puntos porcentuales.

POLÍTICAS EMPRESARIALES Y SOCIALES

Ante la situación económica actual de crisis que ha afectado a España en los últimos años ha transcendido al debate público la necesidad de un pacto de las principales fuerzas políticas y sociales que permita afrontar esta difícil situación. Así lo entiende el empresariado andaluz, cuya opinión favorable al respecto es respaldada por un 85% de los participantes.

Una de las medidas que se han llevado a cabo durante esta legislatura para abordar la difícil situación coyuntural ha sido la reforma de la negociación colectiva, aspecto éste que ha sido valorado hasta el momento de forma negativa o muy negativa por un 37% de los encuestados y valorada como indiferente por un 46,2% de los participantes.

Los encuestados consideran (94,5%) que las medidas económico-financieras que han sido tomadas por las administraciones públicas para reducir el gasto público, tal y como demandan los organismos internacionales para la mejora de la economía española, son insuficientes o muy insuficientes.

Asimismo, un 96,5% entiende necesarias las auditorías de recursos humanos en las administraciones públicas, con el fin de mejorar la productividad y la calidad del servicio en las mismas. El empresariado, además, toma conciencia de las medidas que necesita para hacer de sus empresas más competitivas, destacando sobre las demás el fomento de la internacionalización, seguido por una apuesta decidida por el I+D+i.

Si se les cuestiona sobre cuáles son las principales medidas y reformas que se deben poner en marcha desde las administraciones para mejorar la situación actual, la respuesta es tajante, en un primer lugar la reforma de las administraciones públicas, lo que implica un cambio importante en línea con los acontecimientos que se viven en todo el mundo en los últimos meses, seguidas de la reforma del sistema financiero, causante de la actual crisis.

En cuanto a la valoración que hacen los encuestados del Gobierno andaluz, en un 51% de los casos, los empresarios afirman que ningún consejero del Ejecutivo andaluz ha desempeñado su labor con una eficacia digna de elogio, siendo el más destacado de entre todos Luciano Alonso, consejero de Turismo, Comercio y Deporte, con una valoración positiva por parte de un 15,4% de los encuestados, y el peor valorado Manuel Recio, consejero de Empleo, siendo el único que no ha obtenido ningún voto positivo.

Por otro lado, los participantes destacan como empresarios andaluces que acreditan una trayectoria profesional digna de mención y reconocimiento, de entre las múltiples personalidades mencionadas, a Felipe Benjumea (Grupo Abengoa), Francisco Martínez-Consentino (Grupo Consentino) y Antonio Hernández Calleja (Ebro Foods).