Alrededor de un centenar de alumnos, de los más de 5.000 que cursan sus estudios en la Universidad de Córdoba, se sumaron ayer a la convocatoria de huelga realizada a nivel estatal por el Sindicato de Estudiantes y el movimiento 15-M, con el fin de protestar públicamente "contra los recortes educativos y la progresiva subida de las tasas, que expulsará de la educación superior a muchos alumnos". Megáfono en mano, la manifestación recorrió aula por aula el Campus de Rabanales, antes de recalar en la biblioteca, donde según el portavoz de los estudiantes, se les negó el paso debido al ruido que hacían, "por lo que decidimos entrar en silencio para no entrar en conflicto con los trabajadores de seguridad".

Una vez en el Paraninfo, donde afirman que también se les denegó, en principio, el acceso, los manifestantes celebraron una asamblea y procedieron a la lectura del manifiesto, que critica "la reforma de la Ley Andaluza de Universidades, que limitará la autonomía universitaria otorgándole poder a los consejos sociales" o la reforma laboral, "que facilita el despido y dificulta el acceso a un trabajo estable". Todo bajo el lema: "Nuestro futuro no se vende, se defiende".

La concentración convocada por la tarde en la puerta del Rectorado fue secundada por otro centenar de estudiantes, que acordaron solicitar al rector de la Universidad, José Manuel Roldán Nogueras, un debate público en el que analizar "la estrategia de la Universidad del 2015 o la subida de las tasas". Otra de las propuestas, pendiente de concretar, es la realización de actividades formativas sobre cuestiones relativas al futuro de la Universidad en Andalucía.