para celebrar reuniones y asambleas.--Sí. Tanto aquí como en una casa que teníamos en El Bailío se daba cobijo a las personas. Siempre era menos peligroso para ellos reunirse aquí que hacerlo fuera. Y aquí se reunió todo el mundo.

--Y hoy en día, si los del 15-M se quedaran sin sitio para reunirse, ¿los acogería en la iglesia?--Si un grupo del 15-M necesitara un salón porque no pudieran estar en la calle... Sí, se le prestaría, y más siendo un proyecto que están criminalizando algunos, cuando en realidad los del 15-M son personas muy normalitas . Creo que ese movimiento ha supuesto esperanza. ¿Qué es lo que va a pasar mañana con ellos? No lo sabemos, pero ha supuesto un soplo de aire fresco, un balón de oxígeno, con todas las contradicciones que puedan tener.

normalitas

--Habla de su trabajo en pasado, pero no veo que haya terminado. Son las 5 de la tarde y sé que tiene reuniones desde las 18 horas hasta medianoche.--Pues no soy una persona que tenga buena salud. Ni cabeza. Casi todos mis antepasados han sufrido alzhéimer. Pero mientras me quede un poco de lucidez y de salud, habrá que ir haciendo el Reino de Dios, que es un mundo de justicia, de paz, de fraternidad...

--Y ahora mismo, ¿estamos más cerca de ese reino de justicia que hace, por ejemplo, treinta años?--Creo que ahora el mundo lo está pasando peor porque la concentración del capital es mayor. La concentración del capital y la capacidad de influencia cultural sobre la gente es mucho mayor que hace unas décadas. Estamos en un momento duro, tanto respecto al hambre (que en nuestras ciudades se manifiesta en forma de paro) como respecto a la aceptación de alguien más grande que nosotros, algo fundamental para la fraternidad. No. No es un buen momento.