La placa conmemorativa del general Varela ya no luce en la fachada de la Casa de los Guzmanes. Ayer por la mañana, unos operarios procedieron a su desmantelamiento, en cumplimiento con la Ley de la Memoria Histórica y como respuesta a una instancia del anterior equipo de Gobierno municipal. La placa, que lucía hasta ayer en esta casa solariega ubicada en el Realejo, decía así : "En esta casa vivió el general, dos veces laureado, José Enrique Varela e Iglesias, en los días de su mando militar en Córdoba y su vigilante defensa de la ciudad amenazada por el enemigo en septiembre de 1936". El general Enrique Varela Iglesias (San Fernando, 1891-Tánger, 1951) se sublevó contra la Segunda República el 18 de julio del 36 en Africa, pasó a la ciudad de Cádiz, desde donde prosiguió las operaciones militares de sometimiento y represión en Sevilla, Córdoba, Antequera y Málaga.

Acabó la guerra civil como general de división y fue nombrado ministro del Ejército en el primer gobierno de la dictadura del general Francisco Franco. Durante ese tiempo, el general Varela dio nombre a la pequeña plaza que se forma en el ensanchamiento del Realejo, donde se ubica la Casa de los Guzmanes. Este edificio propiedad de la condesa de Hornachuelos fue el utilizado por el Ayuntamiento para alojar a Varela cuando se hizo cargo de la plaza como Gobernador Militar, en los primeros meses del inicio de la Guerra Civil. El historiador Francisco Moreno Gómez escribe de él en 1936: el genocidio franquista en Córdoba como responsable de numerosos fusilamientos de prisioneros republicanos.

Ayer, el movimiento de operarios confundió a algunos vecinos de la zona, que pensaron que podrían haber empezado los trabajos de rehabilitación de esta casa solariega. Sin embargo, al menos de momento, los movimientos quedarán ahí. En abril del 2008 se dio luz verde a la construcción de un hotel de cinco estrellas en el Palacio de los Guzmanes, también conocido como casa del Marqués de Santa Marta. La empresa Alma Gestión Hoteles era la promotora de aquella iniciativa, que incluía la conversión de este edificio, que integra el catálogo de Bienes Protegidos del Conjunto Histórico, en un 5 estrellas con 36 habitaciones y 11 suites junior (algunas con terraza y otras con salón), con capacidad para 70 plazas. La inversión que iba a hacer la empresa se estimaba superior a los 13 millones de euros.