Las quejas y denuncias de los vecinos han dado lugar a la segunda orden de desalojo para la protectora de animales Arca de Noé, situada a las afueras de Córdoba. Por su parte, los vecinos piden que desaparezca para no tener que aguantar olores y ladridos durante todo el día. El primer intento de desahucio de esta asociación hizo que la gente se movilizara y la protectora logró conseguir un terreno por parte del Ayuntamiento de Córdoba para poder levantar en el albergue. El problema radica en que la nueva orden de desalojo, de junio de este año, ha llegado sin tener todavía ese terreno.

Teresa Fernández Casares, vocal de asuntos jurídicos de la junta directiva del Arca de Noé, asegura que han recibido la concesión del terreno pero que aún no han recepcionado la llave, solamente la documentación. Pero en esta última orden instaban al Arca de Noé para en el plazo de dos meses destruir el albergue, "tiempo insuficiente para recaudar el dinero", según Fernández. Por ello, pide que "la Administración no nos presione" y que el Ayuntamiento "pase de la teoría a la práctica y evite el desalojo" hasta contar con un nuevo lugar para poder alojar las 30 plazas con las que cuenta el albergue.