AFECTADA POR UN SINDROME DE DIFICIL ABORDAJE.

La cordobesa con sensibilidad química múltiple recibe tratamiento en Londres

La solidaridad de los cordobeses ha permitido que inicie su tratamiento.Cuando vuelva a Córdoba vivirá en las afueras para no tener que estar aislada.

La cordobesa con sensibilidad química múltiple recibe tratamiento en Londres

La cordobesa con sensibilidad química múltiple recibe tratamiento en Londres

Cati Pérez Alcaide, la joven cordobesa que sufre sensibilidad química múltiple (SQM), está desde hace semanas en el hospital Breakspear Medical Group de Londres, centro en el que la tratan del síndrome que padece. Para poder costear este tratamiento tan caro, la familia de Cati solicitó en los últimos meses la solidaridad de los cordobeses, que se volcaron económicamente con esta causa, aunque "más dinero nos cuesta el hospital, pues calculo que nos están cobrando unos 800 euros diarios", señala el marido de Cati, Francisco Goicoechea, que está con su mujer en Londres.

La doctora Pilar Muñoz-Calero, directora de la Fundación Alborada de Madrid, único centro de España especializado en sensiblidad química múltiple y en el que diagnosticaron a Cati, acompañó a la joven y a su marido hasta Londres para asegurarse que iniciara bien el tratamiento. Muñoz-Calero permitió que Cati se quedara ingresada desde mayo en su clínica de Madrid, al haber empeorado su estado, y que permaneciese en el centro hasta el momento de partir en julio a Londres. En Madrid, Cati pudo recibir a final de junio la visita de sus dos hijos, a los que llevaba mucho tiempo sin ver, debido a que se había visto obligada a vivir recluida en una habitación. En la Fundación Alborada administraban unos sueros muy beneficiosos para afrontar este síndrome, hasta que hace unos meses la Comunidad de Madrid prohibió dichos tratamientos, de ahí que Cati no tuviera más opción que viajar a Londres para ser asistida, apunta su marido. "El trayecto en avión a Londres no fue mal, teniendo en cuenta que ella viajaba en unas condiciones especiales, debido a su extrema sensibilidad a olores y frecuencias electromagnéticas. Sin embargo, una vez abandonamos el aeropuerto, esa noche tuvo 40 de fiebre, complicación que desapareció al ponerle las primeras vacunas", explica Francisco. Una vez esta cordobesa concluya la primera fase del tratamiento en Londres volverá a Córdoba en los próximos días, "pero no podemos quedarnos en nuestro piso, debido a que estamos rodeados de olores, humo de coches, wifi, un transformador eléctrico... Por eso, nuestra familia está buscando una casa en alquiler en las afueras. Aunque en realidad, nuestro deseo, para que Cati no tenga que estar aislada, es que el Ayuntamiento, por motivos médicos, nos pueda agilizar la concesión de una licencia de obra, para así vender el piso y construirnos una casa en la urbanización La Colina para residir lejos del casco urbano. El teniente de alcalde de Urbanismo nos comentó que estudiará nuestro caso con la oposición", apunta el marido de esta joven.

SEGUIMIENTO A la Fundación Alborada le devolvieron hace unos días los permisos para administrar tratamientos a los afectados por SQM, pero Francisco estima que de momento pretendemos seguir viajando a Londres, siempre que podamos pagarlo, ya que allí cuentan con tecnología aún más avanzada y en este hospital londinense es donde Cati está mejorando más, lo que se nota día a día".

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