La llegada de personas procedentes del extranjero evitó el pasado año que Córdoba sufriera un descenso en su número de residentes. La estadística de variaciones residenciales publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge que en el año 2010 se produjeron 17.321 altas en el padrón municipal de la provincia, mientras que se registraron 16.767 bajas, con lo que el saldo fue positivo en 554.

Si se analizan solo las altas y bajas que se produjeron entre distintas provincias de España (variación interior) sin considerar el flujo de personas procedentes del extranjero, en Córdoba hubo un saldo negativo de 837 personas, siendo la segunda provincia andaluza con peor registro. Solo Jaén, con un dato negativo de 1.009, tuvo un descenso en la estadística.

En el caso de las variaciones con el extranjero, en Córdoba se dieron de alta 2.564 personas que procedían de otros países. Si se analiza el destino interior de los cordobeses, tras los 5.600 que fueron a municipios de la provincia, los destinos siguientes fueron Málaga (1.132), Sevilla (1.037) y Madrid (945).