El presidente de la Comisión Nacional de la Competencia, Luis Berenguer, señaló anoche en Córdoba que ante situaciones de crisis como las actuales se hace necesario acometer "reformas estructurales que flexibilicen y faciliten el acceso a la libre competencia" y añadió que es un error entender como reformas estructurales solo la del mercado laboral, aunque ésta sea una de ellas.

Berenguer hizo estas consideraciones con motivo de su participación como ponente en el Foro Economía y Sociedad y donde analizó también el papel de las autoridades de la competencia en posibilitar dichas reformas.

Previamente, esbozó muy sintéticamente el papel de la comisión que preside, señalando que entre otras funciones, la fundamental es la de combatir los monopolios y los privilegios de determinados lobbys para favorecer no solo a los consumidores sino también al resto de las empresas con la intención de facilitarle su acceso en igualdad de condiciones al mercado.

Para que ello sea posible, señaló Luis Berenguer, es fundamental flexibilizar algunas estructuras y barreras de acceso a la libre competencia, porque a su juicio, la excesiva carga normativa o burocrática a veces duplicada, suele perjudicar la libre circulación en el mercado y la necesaria competencia, aunque reconoció que hay poco margen "para políticas de demanda o políticas fiscales", pero insistió en que hay que buscar las fórmulas.

Citó como ejemplo de reforma estructural el esfuerzo "que se ha hecho para la adaptación de la directiva de servicios, es decir para la desaparición de los inconvenientes o las barreras para el inicio de la actividad empresarial" o la reforma que está prevista "pero no termina de andar por la presión de los lobbys como es la de los colegios profesionales".

Así, señaló como medida prioritaria desde la Comisión Nacional de la Competencia la modificación de la regulación que la haga más eficiente y favorecedora para el ejercicio de la actividad económica. Entre estas barreras, citó los excesivos requisitos que se demandan, como por ejemplo el de la exigencia de un capital determinado para emprender algunas actividades, u otros asuntos más relacionados con el consumo doméstico como las dificultades para cambiar de operador de electricidad, telefonía o gas, que impide el libre tránsito del cliente y por tanto de la competencia.

En esa burocracia, apuntó Berenguer, influye también la proliferación de normativas autonómicas que giran sobre asuntos ya regulados por las normas estatales y que, desde su punto de vista, vienen a entorpecer esa necesidad de la agilidad que requiere el mercado, porque suponen nuevas trabas que se podrían evitar con una única normativa general para ello.

Por otro lado, a preguntas de los periodistas, Luis Berenguer, se mostró convencido de que el Estado Español está actuando un poco lento para acometer las reformas estructurales de carácter económico para salir de la crisis, que se hacen necesario, asegurando que "podría exigirse algo más de rapidez" al respecto.

El acto fue presentado por el nuevo presidente del consejo asesor y presidente de Cajasol y Banca Cívica, Antonio Pulido. Por su parte, el presidente de Enresa, José Alejandro Pina, presentó al ponente. En la mesa les acompañaban Miguel Angel Tamarit, presidente de Asfaco y el periodista José Nevado. Como es habitual en los actos del foro, en el hotel AC Córdoba Palacio se dio cita un nutrido grupo de personas relacionadas con la empresa, la política, la sociedad y la Universidad, que después tuvieron la oportunidad de formular preguntas al ponente.