Hoy jueves en las zonas próximas a la calle Algeciras habrá muchas familias que coincidirán en el menú que llevarán a su mesa, que consistirá en un primero a base de pisto o ensaladilla rusa y un segundo con caballa o chuleta de cerdo con patatas. De postre habrá manzanas. Y todo por 2,95 euros.

Compartirán menú sin conocerse (o quizás sí), pero comparten también las circunstancias que les han llevado a esta coincidencia culinaria, una situación económica adversa que les ha puesto entre la espada y la pared. Por eso, cuando supieron que un grupo de jóvenes emprendedores se habían instalado en su barrio con la osada intención de ofrecerles la posibilidad de comprar diariamente un menú prefijado (sin cocinar) a un precio tan bajo, no dudaron en saludar la iniciativa y hacerse clientes sin ningún tipo de remilgos.

Y es que en la tienda de Acción Social y Negocios SL (Anusim) cada día sus responsables preparan los artículos necesarios para que cada familia pueda comer por ese precio (se calcula para dos personas y se varía diariamente) y "en muchos casos como les ofrecemos un guiso de primero y un segundo, éste último suele servirles para la cena", explica Juan Luis Moreno, uno de lo socios de la empresa que hace un alto en la atención a la clientela para atendernos. Añade que son productos de calidad adquiridos en Mercacórdoba o a los agricultores y que el resto de artículos se compran los más baratos sin pensar en marcas, pero de calidad, porque indica que su objetivo principal "no es ser competitivos sino que la gente se pueda alimentar de forma correcta y puedan comprar lo que le haga falta".

Entre esta clientela figuran, sobre todo, pensionistas, viudas con una exigua paga, o matrimonios que se han visto abocados al paro como consecuencia de la crisis. Ejemplo de ello son Victoria, Leocadia, Carmen o Palmira, que ya se han hecho clientas habituales, algunas para conseguir el menú del día y otras para artículos puntuales. Palmira, que acude acompañada de su marido, señala que a ella le "parece bien todo lo que sea ayudarnos a salir de la crisis" y asegura que con la ración que corresponde por los 2,95 "tenemos bastante para comer, porque solo somos dos".

Pero la que mejor definió la nueva experiencia fue Amparo que consideró como buena la idea, porque "ellos pueden vivir y nosotros podemos comer".

Desde que abrieron la tienda, asegura Juan Luis, "la clientela se ha quintuplicado", pero confía en que en algún momento esta iniciativa no sea necesaria porque la economía haya tomado rumbos más halagüeños. Entonces, señala, "lo que hayamos ganado será para montar una iniciativa financiera, con la que facilitar microcréditos a personas que necesiten poner en marcha su idea de negocio".

Eso será en el futuro, ahora lo importante es tener para comer cada día y, por ahora, tanto ellos como sus clientes parece que lo están consiguiendo.