No solo huele ya a Semana Santa. También se oye, y todo ello gracias a las ocho agrupaciones musicales creadas al amparo de las hermandades que en estos días multiplican su actividad, aunque aún no sea momento de procesiones. Pueden preguntárselo a la banda del Cristo de Gracia que, tras actuar con éxito en Sevilla el pasado sábado ayer protagonizó junto a una agrupación de Rute y otra de Dos Hermanas un concierto en Salesianos, o la banda de La Esperanza, que ayer tocó en el Círculo de la Amistad en el espectacular evento que organizó la hermandad del Vía Crucis.

Pero, sobre todo, las bandas multiplican sus actuaciones benéficas, como en el caso de la Salud y su entrañable encuentro anual, el pasado sábado, con los internos del hospital materno-infantil del Reina Sofía.

Rigores y denuncias

De hecho, esta última banda personifica muy bien el esfuerzo de los 700 jóvenes que están en agrupaciones, ya que la banda del barrio del Naranjo es una de las dos, junto a la de la Coronación de Espinas, que ensayan al raso, en el polígono de Chinales, aguantando los rigores del invierno y, en ocasiones, más de una denuncia de un vecino y hasta de alguna empresa cuyos trabajadores parecen no poder concentrarse con la música.

"Ya no es que los jóvenes no reciben apoyo, se trata de, por lo menos, que los dejen en paz", decía Juan Villalba, presidente de la Agrupación de Cofradías, sobre las frecuentes visita de la Policía Local a los ensayos al aire libre debido a denuncias de vecinos. Villalba, incluso, recuerda que se había pactado con el concejal de Seguridad, José Joaquín Cuadra, la firma de un decreto para determinar qué lugares de la ciudad y a qué horas se autorizaban los ensayos.

Al respecto, Cuadra afirma que este compromiso se ha materializado a través de una orden de servicio interna de la Policía Local, que el número de protestas de los vecinos ha descendido enormemente los últimos año y que, "que yo tenga constancia", la policía no ha multado últimamente a ninguna banda.

Pero aparte de los ensayos al raso, Villalba destaca el mérito de los componentes de las bandas, tanto de las dos que practican en Chinales como de las dos agrupaciones de La Estrella, la del Caído-Fuensanta, la del Amor, La Esperanza y la de Gracia, incluyendo también la que está formando La Cena. Particularmente, el presidente de las cofradías señala su obra social, tanto externa como interna, ya que la propia constitución de una banda supone un proyecto educativo y de valores en sí mismo, por no hablar de lo que ha significado en algunos barrios sacar a tantos chavales de pasar demasiado tiempo en la calle. El director de la banda del Cristo de Gracia, Ricardo Rojas, el pasado sábado y camino de Sevilla para tocar en beneficio de una asociación contra el autismo (fletaron tres autobuses), venía a respaldar a Villalba. "No es solo tocar, es aprender, responsabilizarse, es enseñar al joven que tiene un papel en un grupo... Una banda es mucho más".

Y eso sin olvidar la obra social externa (algunas llegan a destinar el 40% de los ingresos) o el dinero que mueven sus actuaciones, cantidad nada despreciable. Una nota no muy espiritual, pero que a fin de cuentas también debe de estar en la partitura de toda banda.