La escasa rentabilidad de las explotaciones apícolas andaluzas y cordobesas ha convertido las ayudas agroambientales destinadas a la conservación de la biodiversidad en una aportación económica importante para el mantenimiento del sector en la comunidad autónoma. Sin embargo, los apicultores han denunciado que se ha producido un retraso en el abono que se tenía que haber realizado antes de finales del año 2010 por la Junta de Andalucía. La Asociación de Apicultores de la Provincia de Córdoba afirmó a este periódico que en Córdoba falta por abonar el 33% de las ayudas al agotarse el dinero previsto o al producirse incidencias en los expedientes. El presidente de este colectivo, Angel Fernández Jiménez, advirtió de que el sector "depende de estas ayudas para garantizar su continuidad". "Estamos casi en abril y se deberían haber pagado antes del 31 de diciembre", dijo Fernández, que afirmó que Córdoba es una de las provincias donde se ha abonado un mayor porcentaje, pues la media andaluza se queda en el 50%. A la asociación provincial pertenecen un centenar de apicultores de los 250 que hay en Córdoba.

Cada productor recibe 22,1 euros por cada colmena cuando se trata de las 300 primeras, mientras que se abonan 12 en las 300 siguientes y unos 5 cuando se superan las 600. A esta prima hay que unir la procedente del programa nacional de ayudas, que aporta 4 euros por colmena para productores que tienen más de 150. En este último caso, la cuantía correspondiente a cada beneficiario fue abonada en octubre.

En Andalucía se reparten cada año unos 7,5 millones de euros en ayudas agroambientales destinadas a la apicultura para las 550.000 colmenas existentes en la comunidad. En la provincia hay censadas unas 46.000 colmenas repartidas por Hornachuelos, Montoro, Cardeña y fincas de Sierra Morena y Sierras Subbéticas.