Como dijo Friedrich Hebbel: "Creer posible algo es hacerlo cierto". Esta es la filosofía de trabajo de un grupo empresarial histórico en España, que llega a la localidad de Cañete de las Torres hace dos años para asociarse a la familia Santamaría y poner en marcha, en una antigua planta de orujo, un nuevo modelo productivo que va a tener mucho futuro. Se trata de la producción de biocarburante a través de los desechos del olivar, sobre todo el orujillo. La empresa que desarrolla ese nuevo sistema, denominado Kurata, se denomina Cardiles Oil Company. El Sistema Kurata es un proceso que sintetiza, de forma catalítica, sustancias con contenido de carbono e hidrógeno en combustibles líquidos como la gasolina, el diésel, el queroseno o la nafta. Y lo hace de forma limpia, ecológica, rápida y rentable. Cañete se convierte así en localidad pionera a nivel mundial de esta fórmula.