La remodelación del arroyo Pedroches empezó hace cuatro años y acaba de llegar a su fin. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aseguran que los últimos trabajos, las obras accesorias, han culminado, completando así el proyecto de remodelación del encauzamiento y recuperación ambiental del arroyo y su entorno, que fue adjudicado en diciembre del 2006 a Jícar. Su primera fase acabó en el 2008. Después, empezaron otras actuaciones complementarias que se han sucedido hasta hace poco.

Su principal finalidad era recuperar el cauce abierto de este arroyo que se encontraba embovedado desde los años 80, funcionando simultáneamente como colector de aguas residuales, y solventar el problema de capacidad hidráulica que presentaba. Con ese fin se ha ejecutado un colector independiente para separar las aguas residuales. Uno de los principales efectos de esta intervención es la eliminación de los riesgos de avenidas.

Todo se ha completado con unas tareas accesorias para integrar mejor el encauzamiento realizado en el futuro Parque de Levante, cuyas obras llevan paradas desde el 2008. Adicionalmente, se han realizado excavaciones arqueológicas en varias zonas donde aparecieron restos de un arrabal islámico y una necrópolis.

El ámbito de actuación, de más de dos kilómetros, se ha centrado en el tramo de arroyo comprendido entre la línea férrea de alta velocidad Madrid-Sevilla y la desembocadura en el Guadalquivir. En el mismo se ha tenido en cuenta el proyecto del Parque de Levante, que atraviesa, y los condicionantes que imponían las infraestructuras existentes. La bóveda que cubría el arroyo se ha demolido y taponado en un tramo. Además, la empresa adjudicataria ha adecuado la obra de drenaje bajo la carretera A-4 que comparte este arroyo con el de Rabanales. También ha habido obras bajo la ronda de Levante y se ha ejecutado un camino de servicio que discurre en la margen izquierda del arroyo. Todo se ha completado con nuevos pasos para favorecer el acceso al parque y a los barrios previstos al Este de la ronda de Levante y para permitir el cruce con las vías de comunicación existentes.

El proyecto ha consistido en la construcción de una nueva sección a cielo abierto para mejorar la capacidad hidráulica del arroyo e independizarlo del colector de saneamiento. En el tramo de Fátima se ha ejecutado un colector de mil milímetros de diámetro en hormigón armado y de unos mil metros de longitud para captar las aguas fecales que antes se incorporaban al antiguo embovedamiento. Además, incluye labores de revegetación como la ejecución de plantaciones, de caminos adicionales a los del Parque de Levante y la colocación de barandillas de madera.

Lo que más está llamando la atención de los vecinos del entorno son los tres pasos peatonales colocados para mejorar la accesibilidad al parque, muy frecuentados, ya que uno de los objetivos del proyecto es configurar un espacio recreativo público tan necesario en la zona.

El tramo de bóveda que se ha mantenido se ha acondicionado como aljibe para la red de riego del parque y se ha instalado otra en ambas márgenes del arroyo. Otras labores han sido el cruce del arroyo por la red de telefonía, luz y saneamiento.