Uno de los acusados de cometer presuntamente un homicidio con una pistola en un bar cordobés en 2009, donde falleció un cliente de 41 años, ha asegurado hoy ante el juez que fue "obligado" a acudir al lugar de los hechos por "miedo".

El acusado que responde a la iniciales F.J.V.P., de 22 años y que portaba un cuchillo, ha reconocido que el otro implicado, A.G.R, de 23 años, le "obligó" a punta de pistola a perpetrar un robo en abril de 2009 en el bar citado y le amenazó diciéndole que si no le acompañaba, utilizaría la pistola contra él o contra su familia. Ha añadido que él "nunca habría participado sabiendo que la pistola estaba cargada".

El primero de los acusados, A.G.R ha argumentado en su defensa que "nunca había estado allí", a pesar de que en los informes periciales se detalla que en el bar Las Tres Culturas había una huella dactilar que coincide con la del imputado.

Este mismo ha afirmado conocer al otro procesado de "trapicheos en el barrio" y explica que F.J.V.P. le "acusa" porque tenía una deuda contraída con él de 70.000 euros, que supuestamente justifica con una partida de "dos kilos de cocaína" que, en la fecha del suceso, aún adeudaba.

Según las declaraciones de varios testigos, dos individuos de complexión media y con los rostros cubiertos se encontraban en el lugar de los hechos en esa fecha y pasadas la una y media de la madrugada del 22 de abril.

De igual manera han relatado que ambos, uno armado con una pistola y otro con un cuchillo de grandes dimensiones, irrumpieron en el bar con intención de robar y pronunciando uno de ellos: "Quietos, esto es un atraco".

Todos han coincidido en que el varón que portaba el arma disparó en varias ocasiones dentro del local hiriendo mortalmente a uno de los clientes que intentó evitar el atraco.

En este sentido, los forenses han detallado que el disparo del arma debió realizarse a una distancia que superaba los 50 centímetros.

Asimismo, se ha narrado cómo los dos presuntos homicidas habrían mantenido una trifulca con algunos clientes al detectar una actitud de oposición y cómo habrían resultaron heridos otros dos personas -una de ellas por arma de fuego- que también intentaron evitar el robo.

Los dos acusados huyeron del lugar de los hechos y quemaron las ropas que llevaban, además de tirar el arma de fuego en un paraje conocido como "El lago azul" en Córdoba.

La fiscalía considera los hechos como constitutivos de un delito de homicidio consumado, otro de homicidio en grado de tentativa, un robo con violencia e intimidación, un delito de tenencia ilícita de armas y una falta de lesiones, por los que pide, en total, 28 años y medio para cada uno de los dos implicados.

El juicio, celebrado en la Sección 3ª de la Audiencia Provincial, ha quedado suspendido hasta mañana a las 10.00 horas por incomparecencia de una testigo cuya declaración se considera "importante", según ha expuesto la acusación particular.