Una de cada tres empresas de Córdoba está liderada por una mujer, según la delegada provincial de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta, Carmen Prieto, que destacó ayer el hecho de que "aunque las mujeres se deciden a crear empresas a edad más avanzada, cuando los hijos están mayores y se ven liberadas de las cargas familiares, una vez que lo hacen son empresas más sólidas, con una vida más larga y que resisten mejor periodos de crisis como el actual".

En este sentido, "la mortalidad empresarial de los negocios constituidos por mujeres es mucho menor", señaló, si bien destaca "la feminización de los sectores donde se desarrolla la actividad empresarial femenina, centrada en ámbitos como el comercio y los servicios, aunque cada vez hay más mujeres dedicadas a profesiones técnicas".

ASESORAMIENTO El Instituto Andaluz de la Mujer asesoró el año pasado a un total de 264 emprendedoras de Córdoba, 1.594 en toda Andalucía, a través del programa Servaem, cuyo objetivo es fomentar la actividad empresarial de las mujeres.

Fruto de tal asesoramiento, en el 2010 se consolidaron 22 nuevos negocios de mujeres en Córdoba, 183 en toda la comunidad, destacó ayer la directora del IAM, Soledad Pérez, en la inauguración de los talleres formativos Mujertic .

Servaem incluye además una línea de subvenciones para el fomento de nuevas empresas y la mejora de las ya constituidas, a través de la cual se subvencionaron el pasado año 72 proyectos en la provincia de Córdoba (467 en toda Andalucía), con una cuantía de 291.000 euros.

SECTORES SOSTENIBLES La directora del IAM abogó por la unión de fuerzas para una mayor competitividad y, sobre todo, "por el emprendimiento en sectores sostenibles que tienen mucho potencial de empleo como las nuevas tecnologías, las energías renovables, el ecoturismo o la dependencia".

En cuanto al uso de las nuevas tecnologías, Soledad Pérez recordó que, si bien el 58% de las mujeres andaluzas son usuarias de ordenador y utilizan habitualmente internet (lo cual supone un 12% más que en el 2007), la brecha con los hombres sigue siendo aún "amplia", al alcanzar éstos un 64%. El motivo de tal brecha "no es que las mujeres tengamos tecnofobia", comentó, "pero necesitamos el tiempo suficiente para aprender a acceder a las mismas con la calidad y el rigor que se requiere", explicó.