Manuel Moya, Antonio Jurado y Elena Romero comenzaron ayer a las 7 de la mañana una huelga de hambre indefinida. "No vamos a comer, ni a irnos de aquí hasta que no nos den un trabajo", asegura Manuel, que como Antonio, lleva parado desde el mes de octubre. No es la primera vez que estos dos cordobeses emprenden una acción reivindicativa para llamar la atención de las autoridades y la opinión pública. El pasado año encabezaron una marcha hacia el Palacio de la Zarzuela en Madrid y, en otra ocasión, estuvieron a punto de robar en un supermercado. "Las dos veces nos dieron un trabajillo para taparnos la boca", relata Antonio. Con tres hijos a su cargo y una hipoteca de 400 euros que ya no puede pagar, este hombre ha decidido llegar a las últimas consecuencias. "Hay mucha gente que está como nosotros, pero lo que no podemos hacer es esperar sentados en el sofá a que se lo lleve todo el banco". El caso de Elena es muy similar, aunque ella lleva desde 2001 sin trabajar y no tiene ninguna propiedad. "Sé que hay mucha gente sin trabajo y sin casa, pero algunos estamos más necesitados que otros".

"Todos los políticos han pasado por aquí y no nos han dicho nada. Luego en los mítines no se cansan de prometer crear puestos de trabajo y luego nada. ¿Dónde están mintiendo?", concluye Manuel.