El Instituto de Medicina Legal de Córdoba realizó el año pasado un total de 328 autopsias, lo que supone casi una diaria, de las cuales más de la mitad fueron muertes denominadas violentas, es decir, accidentes, suicidios y homicidios. El resto, unas 160, fueron muertes sospechosas de anormalidad, según explicó ayer la delegada del Gobierno de la Junta, Isabel Ambrosio, que presentó el balance de actuación de un servicio, el del Instituto de Medicina Legal, "cuyas actuaciones son bastante desconocidas para la ciudadanía". El elevado número de autopsias que se lleva a cabo, explicó el director del Instituto, José Sáez, se debe a la judicialización de un gran número de fallecimientos. "Para que se lleve a cabo una autopsia, es necesaria una orden judicial que, en el caso de muertes con sospecha de anormalidad, se da siempre que no existe un certificado de defunción, si bien la gran mayoría de tales defunciones son por causas naturales", destacó.

El Instituto de Medicina Legal de Córdoba llevó a cabo en el 2010 más de 14.000 actuaciones, 8.803 de las cuales fueron atendidas por el servicio de clínica médico-forense en episodios relacionados con lesiones, psiquiatría, delitos contra la libertad sexual y maltrato en el ámbito familiar. Ambrosio señaló el incremento de un 14,6% respecto al 2009 del número de citaciones a juicio de médicos forenses del instituto, además de resaltar "la colaboración que la mayoría de órganos judiciales prestan para agilizar el servicio". En esta línea, recordó que "en los últimos años se está potenciando el uso de la videoconferencia, que evita desplazamientos, acorta los tiempos y supone un ahorro".