La Guardia Civil ha detenido en Córdoba a cinco personas, ya enviadas a prisión, en el marco de la operación Horco contra el tráfico de drogas, siendo dos de los arrestados funcionarios de la cárcel provincial que se dedicaron supuestamente a distribuir cocaína entre los reclusos.

Según ha detallado hoy el Instituto Armado en un comunicado, la detención de los dos funcionarios, M.A.V. y S.S.E., se produjo el pasado viernes cuando se incorporaban a su puesto de trabajo en el centro penitenciario.

En el momento de la detención, la Guardia Civil localizó en el registro superficial practicado en el interior del vehículo de M.A.V. 75 dosis de cocaína, que pretendía distribuir esa noche entre los reclusos.

Tras estas dos primeras detenciones, los agentes arrestaron al resto de los miembros del grupo desarticulado, concretamente A.J.M.U., y M.A.G.P. fueron interceptados y detenidos por la Guardia Civil a primeras horas de la noche del pasado viernes y a M.A.G.P. se le intervinieron 37 dosis de cocaína.

El quinto detenido, J.M.M.U., fue arrestado en las inmediaciones de los accesos de un establecimiento de ocio de Córdoba, interviniéndosele en ese momento 900 euros en billetes pequeños, presuntamente fruto de las actividades de menudeo de drogas.

La operación Horco, en la que se han incautado más de 850.000 dosis de cocaína y cuatro kilogramos de sustancia de corte, se inició el pasado mes de noviembre cuando los agentes supieron de la existencia de un grupo de personas que con el apoyo de algún funcionario de prisiones estaban introduciendo droga en el Centro Penitenciario.

En el transcurso de la investigación, la Guardia Civil pudo saber cómo los dos funcionarios ahora detenidos mantenían unas relaciones muy "particulares" con el grupo de presos que realizaban la distribución de cocaína.

Esta organización delictiva, perfectamente estructurada y jerarquizada, estaba liderada por un ex recluso, A.J.M.U., que había cumplido recientemente condena en la prisión de Alcolea-Córdoba.

Según ha informado la Guardia Civil, A.J.M.U. siguió dirigiendo el grupo delictivo mientras estuvo en prisión gracias a la colaboración de su hermano, J.M.M.U., quien presuntamente se encargó en ese período de todo lo relacionado con las negociaciones ilícitas en el exterior de la prisión.

El 'modus operandi' utilizado consistía en recibir la cocaína en un domicilio de seguridad que la organización tenía en Córdoba, donde la preparaban en pequeñas dosis gracias al laboratorio casero con el que contaban.

M.A.G.P. era el encargado de efectuar las labores de correo y entrega de la droga entre el primer escalón de la organización y los dos funcionarios de la prisión.

Estas labores de correo y entrega eran supervisadas por ls dos cabecillas de la organización, J.M.M.U., A.J.M.U., quienes en algunas ocasiones hacían las entregas.

En la operación se han registrado además tres domicilios en los que se incautaron más de 850.000 dosis de cocaína, cuatro kilogramos de sustancias para realizar el corte y adulteración de la cocaína, dos prensas y las distintas molduras para fabricar "ladrillos" de cocaína para su venta y distribución a otros grupos.

Asimismo, les han sido intervenidas una escopeta que fue sustraída hace dos años en Villaviciosa (Córdoba), dos pistolas de aire comprimido, numerosos teléfonos móviles, cuatro vehículos y 2.000 euros.