Ríos de tinta corren por Córdoba ante el proyecto de remodelación del Parque Cruz Conde que tanta polémica ha suscitado este verano. El gran desencuentro entre sus defensores y detractores radica en el pavimento. Finalmente, el Ayuntamiento acometerá la reforma con una pavimentación de taquetes rústicos en los paseos peatonales, según sostiene el alcalde, Andrés Ocaña, que asegura que su uso en el recinto representa un 1%. En estos caminos la tierra batida que se ha reivindicado no se utilizará.

En la actuación de arreglo de 14 hectáreas de zonas verdes está previsto invertir 1,7 millones de euros, a cargo de los fondos estatales para el empleo y la sostenibilidad local, y generará 30 empleos. El proyecto incluye la mejora del circuito de footing y de las aceras que circundan el parque, así como 123 puntos de luz. También la reforma contempla la construcción de un muro para la contención de las tierras junto a la nueva línea de aparcamientos en línea, además de nuevas canalizaciones y sistemas de evacuación de aguas en todo el recinto. También se plantarán rosaledas y setos en el paseo central y se sembrarán espacios de césped. La tala de árboles no se producirá, según el alcalde. Quienes se oponen el proyecto estarán expectantes al desarrollo de la obra y confían en que no se talen los árboles. "Si algunos están enfermos, que los curen", exclaman de forma impotente al sentirse rechazados.