La rehabilitación del Teatro Góngora finalizará el próximo 12 de noviembre, según señaló ayer el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, que visitó las obras que se llevan a cabo desde hace algo más de un año en el antiguo edificio de la calle Jesús y María, cuyo presupuesto ha ascendido a 3,8 millones de euros, a lo que hay que añadir 600.000 más que saldrán de las arcas del Ayuntamiento para el equipamiento escénico y el mobiliario de las dos salas que albergará, una de formato clásico en la planta de abajo y otra polivalente en la azotea.

Ocaña recordó que la rehabilitación de este teatro es el resultado de un convenio urbanístico con El Corte Inglés, gracias al cual esta reforma ha supuesto a la ciudad "un coste cero", según señaló el primer edil, que añadió que con esta recuperación se consigue un nuevo equipamiento cultural "necesario y deseado, incluso sentimentalmente", por la ciudad ya que es un teatro "muy conocido por los ciudadanos que ha cumplido una función social muy importante".

Según el alcalde, la inauguración de este nuevo teatro tendría lugar a lo largo del primer trimestre del próximo año y con ello se cumpliría el objetivo del Ayuntamiento de Córdoba de ampliar los espacios culturales puesto que el Gran Teatro "está llegando al límite" en su capacidad para acoger actividades escénicas y la ciudad "necesitaba una nueva sala complementaria que pudiese, en coordinación con el coliseo del Bulevar del Gran Capitán, desarrollar una propuesta cultural digna" y en consonancia con la aspiración al reto del 2016.

CAPACIDAD El nuevo Teatro Góngora gozará de un aforo de casi mil butacas, de las que alrededor de 600 estarán en la sala de la planta baja y el resto en la de arriba, antiguo cine de verano, que tendrá un espacio escénico central y movible para permitir muy diversas actividades dentro del mundo de la escena. Este aspecto fue muy valorado por Ocaña, que señaló la importancia de tener en un mismo equipamiento "dos espacios diferenciados y con distintos accesos". La reforma del antiguo teatro ha respetado la singularidad de este edificio protegido y, entre otras cosas, se han conservado los antiguos palcos o el viejo pasamanos de la escalera a lo largo de los cuatro pisos de los que consta el edificio, cuya segunda planta alberga la sala del cinematógrafo, mientras que en la tercera se ubica el ambigú. Lo que queda por decidir es cómo se coronará el teatro, y, aunque en principio se pensaba cubrir con una estructura metálica dorada, está por decidir. Lo que sí se tiene claro es que será "muy original", aunque solo se pueda ver desde el cielo.