La hora de comer ya no es para los internos de los hospitales cordobeses tan insulsa y poco apetecible como antes, debido a que el departamento de hostelería de estos centros ha introducido una innovación para que los alimentos se conserven en su justa temperatura hasta llegar al paciente, ya que de tratar la comida de todos los recintos hospitalarios, que suman unos novecientos menús al día, se encarga el Hospital Provincial.

La innovación principal consiste en el empleo de unos carritos termodinámicos dotados de tecnología de última generación que permiten que la comida mantenga la temperatura óptima. Estos carritos funcionan con un sistema de termoconvección utilizando aire caliente de hasta 65 grados y aire frío de hasta 4 grados, siendo estas las temperaturas legales. Concretamente, se han comprado 70 nuevos carros para la distribución de las bandejas con los menús y se han instalado más de una treintena de estaciones base.

El más importante logro de la incorporación de la nueva tecnología es que los enfermos recibirán la comida a su temperatura óptima en todos y cada uno de los diferentes tipos de alimentos, ya sean fríos o calientes. También se va a sustituir todo el menaje por porcelana térmica para facilitar aún más las condiciones térmicas e higiénico-sanitarias.

Estos carros isotérmicos son de acero inoxidable y cuentan con una pared separadora de compartimentos (frío-caliente) de alto poder aislante. Además de mantener el frío o el calor de los alimentos, este sistema conserva en todo momento sus cualidades organolépticas.

Para llevar a cabo este nuevo sistema de transporte de comida se han necesitado otros cambios que hicieran posible la buena adaptación de los carritos a los centros como crear nuevas estaciones para los enchufes de los carritos, las obras realizadas en las instalaciones del hospital para el debido acondicionamiento y la introducción de vajillas nuevas para que no afecte la temperatura de una comida a la de otra de la misma bandeja. Para esto cada alimento va con su tapa, lo que evita que se mezclen los diversos olores de los platos y estéticamente la bandeja queda más bonita. Esto hace que la hora de la comida se convierta en un momento más apetecible. Todos estos cambios junto con algunos otros que ha requerido la adaptación por parte del conjunto hostelero hospitalario han supuesto una inversión de aproximadamente un millón de euros.

Ha habido una buena respuesta tanto por parte de los profesionales hosteleros del hospital, que no han tardado en adaptarse a este nuevo sistema y trabajan contentos al ver que su trabajo está mejor valorado, como por parte de las personas ingresadas en estos centros, que en las encuestas realizadas tanto internas como oficiales han dado como resultado un alto índice de sastisfacción. Más aún comparándose con los anteriores, ya que se convirtió en uno de los momentos más temidos del día la hora de comer y la razón principal de una queja generalizada en todos los hospitales.

Esta nueva forma de transportar los alimentos ha permido que se dé lugar a algunas innovaciones. Entre otras está el poder incluír en el menú helado como postre; esto es posible gracias al aire frío de los sistemas de termoconvección. La introducción de este fresco postre en las dietas hospitalarias supone un gran avance ya que tanto los niños como los enfermos oncológicos lo llevaban demandando desde hace tiempo.

El hospital de Córdoba es el cuarto en Andalucía en utilizar este sistema de conservación de la temperatura, pero sí se considera como pionero en la introducción del helado en la dieta de los internos.

Se puede decir entonces que desde el mes de abril el concepto de la hora de la comida para las personas que se encuentren ingresadas en las unidades hospitalarias de Córdoba cambió. Ya no significa ese casi sacrificio por el que había que pasar comiendo alimentos destemplados y con olores mezclados, sino que como siempre se ha considerado, comer, se esté en un hospital o donde quiera que se esté, es un placer.