El baño y el empleo como lavadero de las fuentes situadas en los jardines de Poniente han motivado que los vecinos de esta zona reclamen "poder transitar libremente e impedir que los niños contraigan enfermedades por bañarse en los pequeños lagos, que tienen las aguas contaminadas", señaló el presidente de la Asociación de Vecinos Los Califas, José María Herrera.

De este modo, el representante de los residentes en la zona explicó que el mal uso de las instalaciones hídricas de este parque viene sucediendo desde hace dos años y "familias enteras de rumanos se asean y hacen sus coladas", e incluso "algunos vecinos dicen que los han visto desnudos bañándose en la fuente".

En el Ayuntamiento declinaron ayer hacer declaraciones, pero destacaron que la Policía Local y la Unidad de calle de Bienestar social han informado a estos inmigrantes sobre los servicios que ofrece el Gobierno municipal como alternativa a las actividades que realizan en el parque.

Estas advertencias caen en saco roto, ya que, según José María Herrera, unas cien personas se reúnen en este espacio "y se puede ver desde la carretera", y aunque los residentes han emitido diferentes quejas, "la Policía dice que conoce la situación y es de difícil solución". "Me da pena, porque da la sensación de que somos racistas", afirmó Herrera, pero el presidente de Los Califas también se pregunta si la situación se permitiría en otros parques de la ciudad como el de Colón, más céntrico, y asegura que "los vecinos están indignados, si lo hiciéramos otros ciudadanos la Policía nos advertiría de que eso no está permitido".

El representante del colectivo de residentes apuntó, además, que otra de las situaciones que molestan a los vecinos es la presencia de gorrillas en el entorno del Zoco y la plaza de Matías Prats, porque estos "coaccionan a la gente que quiere aparcar. Los ciudadanos demandan la actuación urgente de las autoridades", aseveró. A pesar de sus quejas por este problema, que sucede también en diferentes zonas de la ciudad como el entorno de la estación de autobuses e incluso la zona azul de Colón fuera del horario regulado, los residentes de esta barriada aseguran que "no se hace nada" y que las fuerzas de seguridad les comentan que la solución a este problema no es fácil.