El mercado municipal, que ocupa la misma ubicación que el anterior, ha sido remodelado y acondicionado. Allí los carniceros, pescaderos o fruteros ofrecen al cliente los productos en las mejores condiciones de higiene y conservación. El espacio invita también a la charla calmada en la espera de turno para llenar la cesta, una situación diferente de la compra en las grandes superficies, donde se acude lista en mano.